martes, 30 de diciembre de 2014

De MUSEOS por VALENCIA

Cuando me puse a preparar la que fue nuestra cuarta escapada a Valencia, por ser invernal, me centré en descubrir Valencia más allá de sus muros, en ver sus museos. Y me sorprendió ver que había muchos, y algunos bastante o muy buenos. Casi todos son gratuitos domingos y festivos, algunos también los sábados, así que son aptos para los bolsillos más ajustados.


1.- MUSEO DE CERÁMICA - PALACIO DEL MARQUÉS DE DOS AGUAS



Este museo merece ser mencionado en primer lugar porque es una maravilla. Más allá de la cerámica expuesta, digna de la que es una de las tierras de mayor tradición y arraigo en España en este terreno, es mayor el placer de ver este palacio por dentro que el de apreciar la colección expuesta.

Interior del palacio del marqués de Dos Aguas, hoy museo de cerámica
El palacio, de los siglos XVIII y XIX, y de estilo barroco y rococó, parece un palacio real en pequeño, por el lujo de sus salas y salones. Se alternan salas más corrientes con habitaciones y salones sin apenas cerámica en los que el encanto del edificio es el reclamo.

Precio: gratuito sábados tarde, domingos y festivos, además de 18 de abril, 18 de mayo, 12 de octubre, 6 de diciembre. 3€ en caso contrario.


2.- MUSEO DE BELLAS ARTES



Este museo se disputa el título de ser una de las mejores y mayores colecciones de pintura de España, tras el Prado, y rivalizando con otras colecciones como la de su homólogo sevillano. Pintura gótica, renacentista, naturalista; de origen español, italiano, flamenco, holandés... todo eso tiene representación en el museo.

El palacio de Pío V aloja el museo de Bellas Artes de Valencia
Precio: gratuito


3.- MUSEO DE CIENCIAS NATURALES (PALEONTOLOGÍA)



Mucho antes de la existencia de la ciudad de las artes y las ciencias, Valencia ya disponía de este museo, que ahora está especialmente enfocado a la paleontología, aunque no en exclusiva. Presume de tener los mejores fósiles sudamericanos existentes en un museo europeo, y su sección dedicada a los dinosaurios, con esqueletos completos (o casi) de varios de estos gigantescos reptiles, hará las delicias de sus aficionados.

Uno de los fósiles del museo de ciencias naturales (paleontología) de Valencia

Pero no solo hay dinosaurios, ya que allí se encuentran otros fósiles de seres prehistóricos. Más allá de la paleontología, el museo acoge, por ejemplo, una reproducción del estudio de Ramón y Cajal, uno de los dos únicos premios Nobel de medicina españoles.

Precio: domingos y festivos gratuito. 2€ en caso contrario.


4.- MUSEO FALLERO



Es mucho mejor ir a las fallas para ver fallas (del 15 al 19 de marzo todos los años, más información sobre esta fiesta aquí). Pero si se va en cualquier otra época del año uno bien se puede conformar con este museo. Ubicado junto a la ciudad de las artes y las ciencias, cerca del palau de les arts, acoge cartelería y muñecos ("ninots" en valenciano) indultados para salvarse de ser pasto de las llamas. Sorprende ver cómo ya en tiempos de Franco las Fallas eran impresionantes y sus muñecos casi tan llenos de detalles como los actuales.

Ejemplo de "ninot" o muñeco de las Fallas, representando a Casillas parando balones
Está prohibido sacar fotos, por lo que no os pongo una del museo aquí (sino de uno de los muñecos que he visto durante la fiesta de las Fallas).

Precio: 2€.


5.- L'IBER. MUSEO DE LOS SOLDADITOS DE PLOMO



Este singular museo, sin lugar a dudas uno de los más especiales de la ciudad, presume de tener la mayor colección de miniaturas históricas del mundo. Ubicado en el palacio de Malferit, antigua residencia del marqués homónimo, se sitúa en el casco antiguo valenciano, a pocos minutos a pie de la catedral o de la lonja, en la calle Caballeros ("Cavallers" en valenciano). Muestra una extensa colección de miniaturas, colocadas individualmente o en grupo en escenas de batallas históricas, muy bien ambientadas. Las escenas bélicas son protagonistas, pero también podremos disfrutar de una sección dedicada a pueblos antiguos en sus quehaceres diarios (egipcios, romanos, aztecas, etc.), o de otra sección dedicada a personajes de cómic, por poner dos ejemplos.

Los hermanos Dalton, uno de los personajes de cómic representados en este museo de la miniatura

Precio: 5€ la entrada general, y 3€ la tarifa reducida.


6.- MUSEO DE LA CIUDAD



El museo general de la ciudad de Valencia, ubicado en otro vistoso palacio en la plaza de arzobispo (al lado de la puerta de l'Almoina de la catedral), muestra los fondos del ayuntamiento, destacando en primer lugar las pinturas de artista de la zona, aunque también dispone de escultura, monedas, medallas...

Una de las piezas del museo de la ciudad de Valencia

Precio: gratuito domingos y festivos. 2€ el resto del tiempo.

sábado, 27 de diciembre de 2014

NUEVE puntos que no debes perderte si visitas VALENCIA

Eclipsada en España por la más célebre Barcelona, por la capital política y museística Madrid o incluso por la más pequeña pero también más célebre Sevilla, Valencia ha permanecido mucho tiempo a la sombra de las otras tres ciudades de mayor tamaño de España. Pero eso se acabó.

El museo de las ciencias Príncipe Felipe, uno de los edificios de la ciudad de las artes y las ciencias
Puede que sea al calor del creciente interés turístico que ha despertado la relativamente cercana Barcelona, o por la construcción de la ciudad de las artes y las ciencias, o por un mayor énfasis en vender los encantos de la Comunidad Valenciana más allá de su sol y su playa; el caso es que Valencia cada año acapara mayor interés turístico. Bien merecido, dicho sea de paso.

Hoy os traigo los NUEVE lugares que no deberías perderte en una visita a Valencia, que van de aquellos sobradamente conocidos a rincones que mucha gente desconoce de la ciudad.


1.- CIUDAD DE LAS ARTES Y LAS CIENCIAS (CAC)



Alejada del centro, ubicada en una zona antiguamente deprimida de la ciudad, es probablemente el proyecto que ha colocado a Valencia en el mapa turístico mundial en los últimos años. El lugar se ha convertido en polémico por su elevado precio, ya que se tasó inicialmente en algo más de 300 millones de euros y ha acabado costando casi 1.000 millones más. Santiago Calatrava, arquitecto responsable de la mayor parte del complejo, arrastra varias obras polémicas, entre otras cosas, por sus sobrecostes.

El hemisfèric y el palau de les arts, dos de los seis edificios que componen el complejo de la ciudad de las artes y las ciencias
Pero es innegable que este conjunto de edificios de asombrosa modernidad es capaz de sorprender a casi todos por sus formas y tamaño. Está compuesto por seis edificios, que son el "Palau de les Arts" (que actúa como ópera de la ciudad), el "Hemisfèric" (un gigantesco cine IMAX y en 3D), el museo de las ciencias, el "Umbracle" (una disimulada manera de tapar con un paseo y jardines lo que realmente es el parking del complejo), el "Ágora" (un enorme edificio multiusos) y el oceanográfico de Valencia, que dice ser el mayor de Europa, con representación de los ecosistemas marinos de todo el mundo.

Para ver por dentro, sin lugar a dudas el más interesante es el "oceanogràfic", por la muestra ambiciosa que hace de la vida de nuestros mares y océanos.


2.- CATEDRAL



Sin estar entre las catedrales más reconocidas e impresionantes de España, la de Valencia también tiene su encanto; de hecho, su campanario apodado "Micalet" o "Miguelete" (valenciano y castellano respectivamente) era, hasta la llegada de la CAC, el símbolo indiscutible de la ciudad, al que se puede subir para contemplar las mejores vistas de la misma.

Detalle de las pinturas de la capilla mayor, sobre el altar mayor de la catedral de Valencia
Esta catedral, destaca aparte de por el peculiar campanario ya citado, por la amalgama de estilos que muestra. Probablemente sea la única catedral española con tres puertas en tres estilos arquitectónicos distintos: al este, una puerta románica (L'Almoina). Al norte, junto a la basílica de los desamparados, una puerta gótica (puerta de la Virgen). Y al sur, en la plaza de la Reina, una puerta barroca (puerta de los hierros). No obstante, el estilo predominante es el gótico. Otras estructuras destacadas de la catedral son su cimborrio o la capilla mayor, con vistosas pinturas de ángeles y una bonita combinación de retablo y arquitectura de la propia capilla (más renacentista y barroca que gótica).


3.- LA LONJA DE LA SEDA



Menos conocido que los dos conjuntos anteriores, sin embargo es el único lugar de Valencia que es patrimonio de la humanidad por la UNESCO. Este edificio, obra maestra del gótico civil, es una de las lonjas construidas en la Corona de Aragón, junto a otras ubicadas en Barcelona y Mallorca, ambas anteriores a la valenciana. Como éstas, la lonja de Valencia fue utilizada como lugar de comercio.

Sala de contratación, la de mayor tamaño de la lonja de la seda
Esta construcción, de recios muros almenados y con una especie de torre del homenaje, que le dan cierto aire de fortaleza, reviste también interés por su interior. La sala de contratación es el lugar principal, una gran estancia con columnas retorcidas sujetando el peso de la estructura de bóvedas con nervaduras en el techo. También es de destacar la sala del consulado de mar, con un vistoso artesonado, o el patio de los naranjos por el que tendremos que pasar para ver estas salas.


4.- JARDINES DEL TURIA



El río Turia tradicionalmente ha abrazado a la ciudad, marcando en buena medida las dimensiones de su casco histórico por el oeste, norte y este . Apreciado y temido al mismo tiempo, como buen río mediterráneo, es capaz tanto de venir prácticamente seco en verano como de desbordarse en época de lluvias. Pero en octubre de 1957 cayeron, en solo dos días, más de 400 l/m2 en la cuenca del río. La ausencia de grandes desniveles en la ciudad provocó que tanta agua se convirtiera en un desastre: dos tercios de Valencia quedaron inundados, y al menos 80 personas fallecieron. La reacción fue drástica y contundente: se decidió desviar el curso del río al sur, una zona más alejada del centro, dotando a ese nuevo curso de agua de una gran capacidad para hacer frente sin problemas a otra riada semejante o incluso mayor a la que causó el desastre.

En pleno centro de Valencia quedó pues un vacío con el antiguo cauce con el que no se sabía que ocurriría. Se habló de crear un nuevo eje de comunicaciones, pero finalmente ganó la batalla la idea de construir un inmenso parque a lo largo de los 8 kms. y 110 hectáreas que el río dejó cuando se le "echó" de allí. Con esto Valencia pasó de ser una ciudad en la que no abundaban las zonas verdes a tener el mayor parque urbano de España. De hecho la propia Ciudad de las Artes y las Ciencias está en el antiguo cauce del Turia (en su parte final, cercana ya al mar), y estos jardines albergan también otro edificio moderno emblemático de la ciudad, el palacio ("palau" en valenciano) de la música.

El lugar es perfecto para pasear, correr, jugar con niños...


5.- JARDINES DE MONFORTE Y DEL REAL



Frente a las grandes dimensiones de los jardines del Turia, los jardines de Monforte son pequeños, recoletos, históricos y un tanto solitarios. Originarios del s. XIX, son de estilo neoclásico, caracterizado por sus numerosas estatuas y los setos recortados al milímetro. Preside el conjunto un pequeño palacete junto a la única puerta de acceso al jardín.

Jardín de Monforte
Cercano al jardín de Monforte están los jardines del Real o Viveros, bastante más grandes y con mayor cantidad de público. En su superficie se encuentra el museo de ciencias naturales de Valencia (del que hablaré en otro post dedicado a los museos valencianos) y el museo de bellas artes, una de las mejores muestras de pintura de España.


6.- MERCADOS DE VALENCIA



No conformándose con su labor práctica, existen en Valencia dos mercados que son dos monumentos por sí solos.

El mercado central, ubicado junto a la lonja, presume de ser el mayor de Europa dedicado a la venta de productos frescos, y es una obra modernista, de principios del s. XX, ejecutada por dos colaboradores de Domènech i Montaner, el famoso arquitecto catalán autor del palau de la música o el hospital de Sant Pau de Barcelona.

Mercado de Colón
De la misma época y estilo es el mercado de Colón, también muy céntrico, cerca de la parada de metro del mismo nombre. En este caso el mercado se ha transformado como lugar de comercio y de hostelería.


7.- PUERTAS DE LAS ANTIGUAS MURALLAS DE VALENCIA



En su mayor parte demolidas para permitir el crecimiento urbano, se conservan todavía dos puertas de la antigua muralla de Valencia; estas son las torres de Serrano y las de Quart. Las primeras son de planta poligonal, de estilo gótico (finales del s. XIV), y flanquean el acceso norte a la ciudad. Las segundas son de planta circular, también de estilo gótico aunque algo más modernas (s. XV), y flanquean el acceso oeste.

Torres de Quart, con las heridas de las hordas napoleónicas aún visibles
Ambas son imponentes, se puede acceder gratuitamente a su interior (cuyo interés radica fundamentalmente en las vistas) y en el caso de las segundas muestran la huella de las hordas napoleónicas, ya que las heridas de los proyectiles lanzadas por los franceses son todavía visibles.


8.- OTROS EDIFICIOS RELIGIOSOS



Valencia contiene un patrimonio religioso interesante más allá de la catedral, destacando quizá el estilo barroco del interior de templos tales como la basílica de la Virgen de los Desamparados, junto a la catedral, o la iglesia de los Santos Juanes, que completa un tridente monumental al noroeste del casco antiguo, junto al mercado central y a la lonja de la seda, de las que ya he hablado.

Otro rincón interesante es la iglesia/museo del Patriarca, que cuenta con una iglesia y una capilla llenas de pinturas murales.

Pinturas de la pequeña basílica de la Virgen de los Desamparados
En general, casi cualquier iglesia del centro de Valencia esconde, tras sus sobrios muros, un interior vistoso y trabajado donde el estilo barroco es en muchos casos el predominante.


9.- OTROS EDIFICIOS CIVILES (AYUNTAMIENTO, MODERNISMO)



Algunos rincones de la ciudad de Valencia muestran trabajados edificios civiles junto a los que bien vale la pena darse un paseo. El primero bien puede ser el ayuntamiento, en la plaza homónima, un gran edificio barroco.

En esa misma plaza podemos ver otras obras, de corte modernista, aunque el edificio que más me llama la atención en este estilo es el cercano banco de Valencia, en la calle del Pintor Sorolla, a escasos metros de la citada plaza. Con permiso de la estació del nord (o estación del norte), la estación de tren más importante de Valencia, también modernista, siendo una de las terminales de ferrocarril más bonitas de España.

Estació del nord, la estación de trenes principal de Valencia
Otra calle que aglutina edificios de interés es la calle de la Paz, o carrer de la Pau, que nace de la plaza de la Reina y muere junto a la plaza de la puerta del Mar, una puerta en una rotonda que bien puede recordarnos a la puerta de Alcalá de Madrid.

Acabo citando al precioso palacio del Marqués de Dos Aguas, que por albergar el museo de cerámica, abordaré con mayor amplitud en el post que dedicaré a los museos valencianos. Este palacio rococó, es por méritos propios, uno de los lugares más hermosos de la ciudad tanto por lo que exhibe su exterior como por lo que esconde su interior.

Palacio del Marqués de Dos Aguas
Me reservo otra entrada dedicada a la variedad museística de la ciudad.

sábado, 29 de noviembre de 2014

La mayor concentración monumental de Asia Central: JIVA (II). Un paseo por el centro


El Kalta Minar junto a la madraza reconvertida en hotel. En primer término, un plano de la Jiva amurallada
Si en el post anterior me conformé con dar una introducción a la ciudad (Khiva en inglés) y hablar sobre las murallas y algún edificio interesante extramuros, esta vez hablaré del corazón de la misma, que ocupa muy pocos metros cuadrados pero es densísimo, con unos 50 edificios declarados monumentos y más de 250 casas antiguas, datando de los siglos XVIII, XIX y principio del XX. Como ya dije en el post anterior, el conjunto amurallado, Itchan Kala, es patrimonio de la humanidad por la UNESCO, y combina la paz del centro peatonal de una ciudad española con todo el encanto de oriente.

Empezamos y entramos por la puerta oeste, en la que se vende la entrada que nos dará acceso a la mayoría de edificios históricos, aunque como ya expliqué, para 3 se requiere un suplemento: son el arca (el palacio real de los janes/kanes de Jiva), la subida al minarete "Islam Hoja" y el mausoleo Pakhlavan Makhmud.


EL VISTOSO KALTA MINAR


Una vez salimos de la puerta oeste nos encontramos con el primer reclamo, símbolo de la ciudad y probablemente del país si no existiera el Registán de Samarcanda: el Kalta Minar (literalmente "bajo minarete" en el idioma local). Este "rechoncho" minarete tampoco es tan bajito: 29 metros de alto y un diámetro de 14 metros en su base, que se va estrechando a medida que gana altura; todo ello decorado por los vistosos azulejos de la zona: azul, azul turquesa, naranja, marrón... salta a la vista que está inconcluso, y de hecho fue concebido con el objetivo de que fuera uno de los más altos del mundo, en torno a los 80 metros, pero su alto coste (pagado con unos impuestos que no hacían felices a los contribuyentes) provocó que no se pudiera finalizar.

Vista de Jiva, ciudad de ladrillo, adobe y azulejos, desde el minarete Islam Khodja. A la vista el Kalta Minar, el mausoleo Pahlavon-Maxmud y la mezquita de los viernes
Como ocurre con otros minaretes uzbekos, no forma parte de una mezquita sino que se encuentra ligeramente separado de la madraza hoy convertida en el hotel Orient Star. El uso hotelero del edificio hace que sea de las pocas escuelas coránicas que no puede ser visitada por dentro, aunque el viajero tampoco lo lamentará ya que hay varias madrazas similares.


EL "ARCA", LA RESIDENCIA OFICIAL DE LOS DIRIGENTES DE JIVA


Nada más dejar el Kalta Minar a nuestra espalda, en la primera calle que sale a nuestra izquierda, giramos a ese lado rodeando las murallas del "arca" Kunya (Kunya Ark), que es el nombre que en este país parece que se le da a los "palacios reales", a la vivienda oficial del Jan (o Khan en inglés). Fortificado dentro de la fortaleza, parece que se mandó construir a finales del s. XVII, aunque lo que veremos data mayormente de los siglos XIX y XX. Como otros palacios reales orientales, éste también está estructurado en torno a una serie de patios, con no demasiadas estancias cerradas, a pesar de que el clima de Khiva es duro (con un verano excesivamente caluroso y un invierno muy frío). Aparte de la puerta de entrada, con dos torrecitas decoradas con azulejos verdes en su parte superior, lo más destacable del conjunto es un vistoso patio con azulejería azul y un bonito artesonado, y la posibilidad de subir a la parte alta, con una especie de torre vigía a una altura ligeramente superior a la del resto de la muralla. Recomiendo encarecidamente entrar a este edificio (se paga suplemento pero la entrada vale dos días) por la tarde, cuando se vaya a acercar el atardecer, ya que por la orientación del sol disfrutaremos del mejor atardecer que pueda ofrecer esta ciudad. Sobra decir que las vistas sobre el Kalta Minar, a poca distancia, son difíciles de describir con palabras.

Vista del Kalta Minar y de la puerta de entrada al arca Kunya, la residencia oficial de los gobernadores de Jiva hasta la llegada de los bolcheviques
Salimos del arca, y volvemos a la calle principal (Polyon Kori), junto al Kalta Minar, y prácticamente cada manzana la veremos ocupada por un edificio histórico, todos datando de los siglos XIX y XX. A mano derecha nos encontraremos la madraza Matniyaz Divanbegi, bien iluminada durante la noche. En una gran plaza a mano izquierda veremos la madraza Mohammed Rakhim Khan, que hoy alberga un museo, algo que le ocurre también a la Kazi Kalyan.


LA MEZQUITA DE LOS VIERNES Y SU AGOBIANTE MINARETE


Dejamos atrás unos lavabos gratuitos (un detallazo para los turistas) para encontrarnos con otro de los edificios más destacados: la mezquita Juma y su minarete anexo. Esta "mezquita de los viernes" (denominación muy común en otras ciudades uzbekas y en otros países musulmanes) es la más destacada de la ciudad, y tiene como protagonistas a las 118 columnas de madera que sostienen el peso de la estructura. Es de finales del s. XVIII, y tiene un patio en el interior (lo cual la distingue de otras mezquitas llenas de columnas como la de Córdoba o las que hay en Marruecos). Se puede subir al minarete anexo; eso sí, que se abstengan los claustrofóbicos. Yo, que no lo soy, me sentí un tanto agobiado en este minarete. Para empezar, has de agacharte para entrar (un arco a la entrada obliga, si no recuerdo mal, a agacharse hasta a los más bajitos), luego subir escalones es una odisea... ya que estos son muy altos y de escasa superficie para el pie, por lo que yo, que gasto un 46, tenía que ponerlos de lado. Por el camino puedes encontrarte (nosotros lo hicimos) con gente que parece que ha encontrado ahí un nidito de amor, sin darse cuenta de que estorban. Y cuando por fin vuelves a ver la luz (apenas la hay subiendo los escalones, ya que no hay luz artificial y las ventanas son mínimas) te das cuenta de que lo alto del minarete te exige sentarte o agacharte para disfrutar de las vistas y que apenas entran 5 personas cómodamente de pie en él (y casi siempre hay más). Eso sí, las vistas son sublimes, muy recomendables, y subir es gratis (el otro minarete más célebre de la ciudad, con acceso a lo alto, es de pago).

Interior de la mezquita de los viernes, protagonizada por las columnas con la forma tradicional típica allí
Bajamos con cuidado del agobiante minarete y volvemos a la calle principal y seguimos alejándonos del Kalta Minar. La calle se estrecha y llegamos a una gran plaza con dos madrazas de ladrillo que se miran enfrentadas; ésta es una imagen clásica de Uzbekistán, dos edificios de parecidas dimensiones y un mismo estilo compartiendo plaza, mirándose desafiantes uno al otro, mostrando al mundo esa obsesión de la cultura persa por la simetría. Podemos salir por la puerta este, tener una pequeña vista de las murallas (aunque un tanto afeada por los cables y los coches), pero rápidamente volvemos a entrar, para en la primera calle que veamos girar a la derecha (en la plaza de las madrazas que cité antes). Así llegaremos al palacio Tash Hauli, el edificio civil más importante de la ciudad junto al arca. Este palacio no nos da las vistas de los techos del arca, pero a cambio tiene los patios más vistosos de Jiva, llenos de los azulejos azules característicos del interior de algunos edificios de la ciudad. Como en las mezquitas de otras ciudades uzbekas, allí encontraremos unos artesonados de madera pintada que, en cierta medida, pueden recordarnos a España.

Detalle de los azulejos y el artesonado del palacio Tash Kauli

OTRO MINARETE NO APTO PARA CLAUSTROFÓBICOS Y EL FABULOSO MAUSOLEO PAHLAVON-MAXMUD


Salimos del palacio Tash Hauli para volver a la calle principal y abandonarla en la calle "IslomKhuja", que nos llevará directos al minarete de idéntico nombre (o parecido: "Islom Khudja"). Este minarete, el más vistoso de Jiva con permiso del Kalta, es una esbelta construcción de 45 metros de alto que, como otros minaretes de la zona, tiene una mayor superficie en la base que en la parte más alta, aunque justo arriba se ensanche ligeramente en lo que parece una suerte de corona.

Vista desde el minarete de la mezquita de los viernes del mausoleo Pahlavon-Maxmud y del minarete Islam Khodja, entre otros edificios de ladrillo o adobe
La construcción, de principios del s.XX, es de ladrillo pero tiene azulejos con motivos geométricos de colores azul, verde y blanco, y está anexo al edificio del mismo nombre que hoy alberga un museo de arte (uno de los pocos mínimamente interesantes de la ciudad, pero de eso hablaré luego). Ambas cosas pueden ser visitadas por dentro, pero teniendo en cuenta que lo dicho para el anterior minarete aplica a éste también, y que la subida requiere un suplemento (era 1€ aproximadamente cuando estuvimos nosotros). Las vistas son igualmente espectaculares, aunque pueden resultarle al visitante similares a las del otro minarete, por lo que en caso de prescindir de uno, recomendamos prescindir de éste por no ser gratis y por ser más bonito que el otro (aplicando el dicho de "sube a una montaña fea para tener una vista de las montañas bonitas", y no al revés).

Cercano al minarete de Islam Khoja (la transcripción del nombre al alfabeto latino, como veis, es diversa) se encuentra el último edificio histórico de la ciudad que no es un museo y que merece la visita por sí mismo, aunque también en este caso se requiera un suplemento (2€ si no recuerdo mal). Se trata del edificio de cúpula verdosa que es el mausoleo de Pahlavon-Maxmud, que si es vistoso por fuera, es más impresionante por dentro. Los azulejos de color turquesa del exterior dan paso a un interior totalmente recubierto por ese mismo material, donde además se respira un ambiente que impone respeto. No sé si será así siempre, pero en el momento en el que lo visitamos, un hombre, sentado en el suelo, recibía y realizaba ofrendas; los visitantes, en mayor número fieles que turistas, rezaban y ofrecían comida algunos, y la recibían otros. Deduzco que se trataba de la aplicación práctica de uno de los mandatos del Islam, que exige que parte de las ganancias de la gente sean repartidas con los pobres. Más allá de la sala principal, otra pequeña sala guarda la tumba del hombre que da nombre al mausoleo, un destacable poeta, artesano y guerrero de los siglos XIII y XIV.

Detalle de la cúpula del mausoleo Pahlavon-Maxmud
Aparte de esto, hay multitud de edificios históricos esperando ser visitados, y el acceso a todos ellos está incluido con la entrada general. Da igual que apenas haya gente, si está abierto se puede entrar.


MUSEOS


A pesar de las madrazas usadas como lugar de venta de recuerdos, o de aquellas vacías (pero que en algún caso ofrecen subida a la azotea, aunque con cuidado), hay que decir que muchos de los edificios históricos que todavía no he citado son hoy utilizados como museos en Jiva. Y seré sincero.

El afán de la URSS por hacer de Jiva un museo al aire libre hizo que quisieran llenar, como fuera, los edificios de contenido. O eso parece. El caso es que a nivel museístico, como pasa en otros países en vías de desarrollo, Jiva no os va volver locos. Solamente el museo de arte del complejo Islam Khoja, junto al minarete del mismo nombre, me llamó un tanto la atención; aunque debo decir que entré a casi todos, ya que para todos el acceso es gratuito teniendo la entrada combinada de la que hablé en el primer post, y cuando pasas día y medio en la ciudad entrar a todas partes es un lujo que te puedes permitir a nivel de tiempo.

Detalle del museo de arte, el más decente de la ciudad
Salvo ese museo de arte y quizá otro de arte más contemporáneo que vimos después, poco hay que rascar. En general estos museos se caracterizan por su poco interés, la poca calidad con la que muestran los objetos (con muy poca luz por ejemplo) y que a veces están enfocados más a uzbekos que a viajeros. Esto lo digo porque algunos carecen de las debidas indicaciones en inglés o porque muestran cosas de la vida diaria que al viajero poco le van a importar, como un museo de animales en el que no pasamos ni dos minutos.

Madraza con iluminación nocturna bajo la mirada de la luna llena
Pero esto no quita para que Jiva sea una de las ciudades más interesantes de Asia Central. ¡No os la perdáis si vais por allí!


ALOJAMIENTO


Sobre el alojamiento en Jiva o Khiva hablé en la primera parte sobre la ciudad. :) Nosotros dormimos en un lugar bueno, bonito y barato.


RESTAURANTES


Puede que sea debido a que solo tras Tashkent fue nuestra segunda ciudad en el país y no nos había agotado la cocina uzbeka, o a que el surtido de restaurantes del centro era amplio y estaba todo a un paso, o quizá a que no sufrimos hasta irnos la "diarrea del viajero", pero en nuestra opinión Jiva fue la ciudad en la que mejor comimos de Uzbekistán. 

Mesa para comer al estilo uzbeko, con el trasero a la misma altura que los pies, que hay que descalzar.
El hecho de tener unos 5-8 restaurantes en un radio de tres minutos a pie ayuda a elegir, y allí nos hinchamos a plov, el plato nacional (arroz con calabaza, carne, uvas pasas...) o probamos bebidas tan extrañas como zumo de sandía o especialmente el de zanahoria. La carta no está tan limitada como en otros lugares (especialmente Samarcanda con sus pobres restaurantes junto al Registán) y los precios, sin ser chollazos, son bastante aceptables.

Ejemplo de comida en Jiva. Ensaladas de tomate y remolacha, zumo de zanahoria y sandía (también tenían de melón) y pan

domingo, 23 de noviembre de 2014

Lista de MUSEOS GRATUITOS de BARCELONA

Barcelona no es tan conocida por sus museos como puedan serlo otras ciudades europeas como Madrid, Londres, París o Berlín, entre otras, pero haberlos los hay, y varios de ellos deleitarán a los viajeros más exigentes.

Desde que llegué aquí a vivir he confeccionado una lista de ellos, con el/los día/s en los que son gratuitos, y ahora que la lista ya está madura (y que he entrado a la mayoría de ellos) creo que es buen momento para publicarla.

Nótese que este post es de finales de 2014, y que no puedo garantizar que la información aquí contenida no sea susceptible de cambio en el futuro.

1.- MNAC (Museo Nacional de Arte de Cataluña)


El mayor museo de Barcelona y de toda Cataluña en una suerte de "mini Louvre", y lo considero imprescindible para todo aquel con un mínimo de interés por el arte. Tiene espacio para alojar tanto pintura como escultura, abarcando desde pintura románica del s. XI-XII a objetos o pintura modernista del pasado siglo XX. Ubicado en el inmenso palacio de Montjuic, que preside la vista de la colina homónima desde la plaza de España, destaca especialmente por tener la que quizá sea la mayor muestra de pintura románica del mundo, con un especial protagonismo para los frescos originalmente ubicados en iglesias del noroeste y norte catalán. Una visita pausada al mismo puede perfectamente llevar unas 3-4 horas.

Pantocrator del ábside de la iglesia de San Clemente de Taüll (Lleida), una de las pinturas románicas más hermosas del MNAC
Gratuito: todos los sábados a partir de las 15 horas. El primer domingo de mes (solo abre por la mañana) y los siguientes días sueltos (12/02, 18/05, 11/09 y 24/09).
Precio en caso contrario: 12€ (entrada válida para 2 días durante un mes).

2.- MUSEO PICASSO


Menos interesante que el anterior, para mi gusto, sin embargo suscita por lo general un mayor interés por el carácter más internacional del pintor protagonista. Pablo Picasso vivió durante años en Barcelona, especialmente en su juventud artística, por lo que este museo tiene pinturas especialmente de esos inicios; aunque no hay solo eso, una de las partes más destacadas del conjunto es el monográfico sobre las Meninas de Velázquez, una reinterpretación del famoso cuadro del pintor sevillano.
El lugar en el que se ubica el museo en sí ya es por sí solo interesante: un conjunto de palacios unidos para la ocasión en la calle Montcada, una de las más distinguidas y exclusivas de la Barcelona medieval.
En este museo uno se puede encontrar colas incluso cuando la entrada no es gratis. Siendo gratis, hay que tener paciencia y saber que a uno le puede tocar esperar 20 minutos en la calle antes de entrar.

Balcón del museo Picasso (por dentro está prohibido hacer fotos)
Gratuito: todos los domingos a partir de las 15 horas. El primer domingo de mes gratuidad todo el día. Los siguientes días sueltos (12/02, 18/05 y 24/09).
Precio en caso contrario: 14€ por el museo completo, 11€ por la colección permanente (sin exposiciones temporales).

3.- MUSEO MARÍTIMO DE BARCELONA (en las "Drassanes Reials", los antiguos astilleros medievales)


Ubicados en un edificio histórico, ya que no se conservan muchos astilleros medievales como estos, este museo aloja diferentes barcos, desde veleros a la galera real, una de las piezas más emblemáticas. Lleva varios años en obras y todavía no se puede visitar en su totalidad (la web anuncia que la reapertura completa será en 2015), pero algunos barcos ya se pueden disfrutar.

Reproducción de una galera real, el barco más impresionante mostrado actualmente en el museo marítimo de Barcelona
Gratuito: todos los domingos a partir de las 15 horas, y los primeros domingos de mes todo el día.
Precio en caso contrario: el hecho de tener el edificio en obras parece que también implica que la web lo esté, porque no he encontrado este dato.

4.- MUSEO FREDERIC MARÈS


Con este museo nos trasladamos al corazón del barrio gótico, a una de las partes del antiguo palacio real de los condes de Barcelona, junto a la parte trasera de la catedral. Las obras expuestas, que recopiló el escultor y coleccionista que da nombre al museo, se dividen en dos mitades bien diferenciadas:
- una colección de escultura de madera policromada que abarca varios siglos, principalmente religiosa, con algunas piezas de otros materiales (como la tumba de la foto)
- un "gabinete del coleccionista", que muestra las decenas de miles de objetos que Marès acumuló, que abarcan sobre todo objetos cotidianos del s. XIX, tales como pipas, abanicos, relojes, llaves, relicarios... de mil formas y colores, que son pequeñas obras de arte.
Si bien la primera parte es la más valiosa artísticamente, a mí me sorprendió mucho más la segunda por lo insólito de las colecciones, muy bien presentadas.

Trabajada tumba del museo Frederic Marès
Gratuito: primer domingo de mes todo el día, resto de domingos a partir de las 15 horas, además del 12/02, el corpus, el 18/05 y el 24/09.
Precio en caso contrario: su menor popularidad (que no interés) lo hace menos prohibitivo que los dos primeros. 4,2€ entrada general y 2,4€ entrada reducida (consultar condiciones).

5.- MUSEO DE HISTORIA DE LA CIUDAD (DE BARCELONA) - MUHBA


Ubicado en las dependencias del palacio real que los reyes de la corona de Aragón usaban para sus estancias en Barcelona, ya solo por visitar este edificio por dentro ya merece la pena la visita. Porque aunque el "MUHBA" no es un espacio, sino varios, no cabe duda de que su epicentro y su mayor sala expositiva está en la plaza del Rey, también en pleno gótico y a poca distancia del museo anterior.
Este lugar no se resigna solo a ser el centro de la vida medieval de la ciudad, sino que además aloja en sus bajos ruinas de Barcino, la Barcelona de época romana, que al parecer se descubrieron cuando se estaba habilitando el edificio como museo.
Un museo interesante para recorrer, en el más literal sentido de la palabra, la historia de Barcelona desde la época romana hasta nuestros días, pasando por la Barcelona medieval.

Columna romana en el subsuelo de la sede central del MUHBA
Gratuito: aparte de gratuidades a menores de 16 años y a titulares de la tarjeta rosa, el museo es gratis para todos los primeros domingos de mes, todo el día, y el resto de domingos a partir de las 15 horas.
Precio en caso contrario: 7€.

6.- MUSEO DE LA MÚSICA


Ubicado junto al (o más bien "dentro del") auditorio de Barcelona, en la avenida Meridiana, este museo tiene una colección permanente de instrumentos musicales con unas 500 piezas, de diferentes épocas y culturas. Organiza exposiciones temporales (cuando yo lo vi había una interesante colección de instrumentos musicales "étnicos", de Asia, Oceanía, América y África) y precisamente los domingos por la tarde, cuando es gratuito, alumnos de la escuela de música dan unos conciertos "íntimos" en una sala en la que solo entran unas decenas de personas. Pero el bajo número de visitas del museo permite no tener que pelearse con nadie para asistir :)

Museo de la música
Gratuito: todos los domingos a partir de las 15 horas y el primer domingo de mes todo el día. Además el 12/02, el 18/05, la noche de los museos, el 24/09 y el 22/11.
Precio en caso contrario: 5€ entrada general, 3,5€ la reducida.

7.- MUSEO DEL DISEÑO


En el momento de escribir estas líneas todavía no estaba abierto el "museu del disseny", en el futurista edificio "HUB" de la plaza de las Glorias (Glòries), pero está previsto que lo haga antes de que acabe 2014, por lo que queda muy poco.
El museo va a agrupar en un solo edificio los antiguos museos de cerámica, artes decorativas, textil e indumentaria (todos ellos situados antiguamente en el palacio real de Pedralbes) y el gabinete de artes gráficas. Yo tuve la oportunidad de visitar los dos primeros en Pedralbes, y me parecieron interesantes, especialmente el primero. Se trata de una gran colección de objetos de cerámica en la que están representadas muchas de las regiones españolas (hay cerámica valenciana, castellana, aragonesa, andaluza, andalusí y por supuesto catalana), abarcando varios siglos.

Piezas del museo de cerámica de Barcelona, que se integrarán dentro del museo del diseño
Gratuito: todos los domingos a partir de las 15 horas y el primer domingo de mes todo el día. Además 8 y 12 de febrero y 24 de septiembre.

8.- MUSEO DE CARROZAS FÚNEBRES


Este extraño museo, que a más de uno puede resultarle un tanto macabro a priori, se ubica en la entrada sur del cementerio de Montjuic, y no es tan terrorífico como podría esperarse. Expone carrozas fúnebres usadas durante los entierros del s.XIX y principios del s. XX, hasta que los vehículos a motor pasaron a transportar a los difuntos, de los cuales también se muestran tres ejemplares. Muy decoradas, negras (de adultos) y blancas (de niños), algunas de ellas han llevado los cadáveres de personalidades barcelonesas y del resto de España.

Carroza fúnebre infantil, de color blanco
Siempre gratuito.

9.- MONASTERIO DE PEDRALBES


Aunque no es estrictamente un museo (o sí, si lo denominamos "museo del monasterio de Pedralbes ", como ahora hace el ayuntamiento :D), este edificio está abierto como tal. Muestra un monasterio gótico que nació alejado de la ciudad pero que ha acabado absorbido por su crecimiento, ubicado en el exclusivo barrio barcelonés al que da nombre. 
Este edificio que más parece una joya del barrio gótico que un monasterio ubicado a las afueras de la ciudad, nos guarda un inmenso claustro (su página web lo publicita como el mayor del mundo en estilo gótico), un trabajado sepulcro, paredes con restos de policromía, y las estancias de la vida diaria de las monjas que lo habitaron desde su fundación hasta 1983, además de diversas obras de arte religioso. A mi juicio es uno de los mejores secretos de la ciudad, todavía ajeno al turismo de masas que invade otras zonas de Barcelona.

Claustro del monasterio de Pedralbes, según la web del lugar, el mayor del mundo en estilo gótico
Gratuito: entrada combinada para todos los centros del MUHBA, ya que ahora se le considera parte de él. Aunque la web no lo deja claro, deduzco que por tanto las gratuidades del MUHBA (museo 5) aplican a este museo. Yo lo vi gratuitamente un domingo pasadas las 15 horas.

10.- "MUSEU BLAU", MUSEO DE CIENCIAS NATURALES


Las colecciones de zoología, que anteriormente se exponía en el "castillo de los tres dragones" (parque de la Ciudadela) y de geología, fueron trasladadas a este edificio en la zona del Fórum en 2010-11, y ahora se exponen aquí. Dentro nos encontraremos una sección dedicada a animales venenosos vivos, con un surtido de reptiles y anfibios. El resto de la sección de zoología muestra reproducciones de vertebrados, animales disecados en ocasiones y esqueletos en otras. Destaca el esqueleto de ballena de la entrada.

León de la colección del museo de ciencias naturales
La sección de geología muestra una gran variedad de minerales, muchos de ellos de curiosas formas.

Gratuito: todos los domingos a partir de las 15 horas, primer domingo de mes todo el día, y los días 12 de febrero, 18 de mayo y 24 de septiembre.

11.- MUSEO DE LAS CULTURAS DEL MUNDO


En un lugar privilegiado de la calle Montcada, justo enfrente del célebre museo Picasso de Barcelona, se acaba de inaugurar el nuevo museo de las culturas del mundo ("museu de les cultures del mon" en su denominación en catalán). No exento de polémica, ya que nace fruto del traslado de numerosas piezas del museo etnológico de la ciudad condal (que quedará como museo etnológico catalán, perdiendo su universalidad, a juicio de los expertos), este museo nos lleva por un apasionante viaje por el arte cotidiano de todos los continentes del mundo, a excepción de Europa: máscaras africanas, vasijas precolombinas, columnas de Oceanía o una extensa colección de representaciones de Buda del Tíbet, Nepal, Tailandia... todo aquel con alma de viajero disfrutará mucho con el recorrido.

Sección dedicada a las esculturas-columnas de Papúa-Nueva Guinea

Gratuito: como promoción de apertura, el museo será gratis hasta el 7 de abril de 2015. Posteriormente lo será el primer domingo de mes todo el día, y el resto de domingos a partir de las 15 horas.

sábado, 8 de noviembre de 2014

Plaza del REGISTÁN: el orgullo de Samarcanda

Madrasa o medersa de Sher-Dor, al atardecer

"Registán" me parece que es una de esas palabras que suenan a solemnes cuando son pronunciadas. Quizá sea porque suena a regio, a rey, o simplemente porque es el nombre de una de las plazas más hermosas de Asia, pero impone respeto. Este rincón de Asia Central y de Uzbekistán es el escaparate hacia el mundo de ese lugar, por lo general desconocido, de nuestro universo; una especie de "Taj Mahal" centroasiático, un monumento que traspasa esa categoría para convertirse en "símbolo" de un territorio.

Detalle decorativo de la mezquita ubicada en la medersa Tilya-Kori, la única de la plaza


¿QUÉ ES EL REGISTÁN?


El Registán es una plaza en la que se agrupan tres madrazas, medersas, madrasas o escuelas coránicas, y se sitúa en Samarcanda, la segunda ciudad más poblada del país, así como sin duda la más famosa. Debe su nombre al idioma tayiko, el mayoritario en la ciudad (por delante del uzbeko), y significa "lugar arenoso", siendo "lugar" el sufijo "-stan" presente en los nombres de todos los países de Asia Central. El tayiko, idioma de la familia persa (cercano al parsi afgano o a lo que se habla en Irán), se habla, aparte de en buena parte de Tayikistán, en el sureste de Uzbekistán, de tal modo que tanto Samarcanda como Bujará hablan más tayiko que uzbeko.

Vista de la plaza cuando está anocheciendo
La arquitectura persa, como se puede apreciar en las fotografías de sus edificios, apreciaba mucho la simetría, y es muy común ver en una misma plaza dos madrazas como "enfrentadas", desafiantes mirándose una a la otra, con las entradas dando a una misma plaza, y unas dimensiones similares. Pero lo que hace especial al Registán es que no son dos, sino tres las madrazas enfrentadas, las dimensiones del conjunto son gigantescas, y la decoración sublime; solo algunas madrazas de la ciudad de Bujará pueden competir con las del Registán en toda Asia Central. Al estilo de estas madrazas se le denomina "timúrida", por ser hechas durante el imperio homónimo, cuyo líder más famoso fue "Timur" o "Tamerlán", hoy convertido en héroe nacional.

Como en muchos otros sitios uzbekos, que no todos, el uso de estos edificios como escuelas coránicas ya es historia, y hoy alojan principalmente tiendas de recuerdos; una de ellas aloja también una mezquita. Las tres, como es norma en Uzbekistán, están vertebradas por un gran patio central, con o sin vegetación en él, y se componen de pequeñas habitaciones o celdas, que es donde dormían los estudiantes, y donde hoy se venden camisetas, pinturas o imanes. Dos de los edificios tienen vistosas cúpulas bulbosas de color azul turquesa.

Detalle decorativo de la entrada de una de las escuelas coránicas de la plaza


¿CÓMO VISITAR EL REGISTÁN?


En otros lugares de Uzbekistán, la entrada a las madrazas es de pago; hablamos normalmente de precios que resultarán anecdóticos para el viajero occidental, entre 1 y 2,5€, más cercanos al primero normalmente. En el Registán, quizá por la mayor atracción turística que tiene, han optado por una solución peor a mi juicio para sacar dinero del turismo, que es la de cobrar por entrar a la plaza. Unas precarias cintas, como de obra, indican a los visitantes cuál es la parte gratuita de la plaza, separándola de la de pago. Nosotros pagamos por el acceso a la plaza 16.000 SUM cada uno (al cambio unos 4,5€), aunque he leído quejas de internautas que dicen que el precio es arbitrario, que no todo el mundo paga lo mismo. El precio que nosotros pagamos no me parece muy caro, aunque debo decir que en las entradas está escrito con bolígrafo, por lo que no podemos estar seguros de que a todo el mundo se le pida lo mismo.

Vista del interior de la mezquita del Registán (I)
El precio de la entrada da derecho a estar en medio de la plaza, a entrar en los tres edificios a todos sus espacios y a acceder más veces dentro de un mismo día sin pagar de nuevo. Así nos lo dijeron, aunque me sorprendió ver al mismo tiempo como no aparecía la fecha en la entrada. Es posible, pagando extra, subir a un ¿minarete? (lo llaman así pero más bien es una esquina de la madraza norte, apenas un poco más alta que el resto del edificio). Nos lo ofreció "por lo bajines" un guardia a cambio de 5000 SUM por persona (1,3€), de una forma que nos dejó claro que era una visita no oficial. Al volver por la tarde para ver la puesta del sol en la plaza, el mismo guardia por un momento parecía no querer dejarnos acceder a la plaza, aunque finalmente se convenció de que habíamos adquirido la entrada ese mismo día; nos reconoció. No subimos al minarete porque por la tarde el sol no nos iba a permitir disfrutar de la plaza, por lo que no puedo opinar, aunque esos "sobornos" nos recordaron la herencia post-soviética que queda aún en el país, ya que en la plaza Roja de Moscú nos pasó algo parecido.

Vista del interior de la mezquita del Registán (II)
Para los que quieran disfrutar de la plaza sin pagar entrada o en un día distinto al día en el que compraron la entrada, decir que hay un excelente mirador junto a la calle "Registán", de acceso gratuito, y que los jardines aledaños a la plaza también son de libre acceso. No es lo mismo que estar en el centro de la plaza, que a mi juicio debería ser gratis, pero debo decir que es suficiente, al menos para los turistas. Muchos de los que dormimos cerca de la plaza no pudimos evitar ir a visitarla todos los días que pasamos en Samarcanda.


HISTORIA


La plaza del Registán se considera el centro medieval de Samarcanda. Sus edificios actuales datan del siglo XV al XVII, siendo la más antigua la ubicada al oeste (Ulugh Beg, s.XV) y la más moderna la del norte (Tilya-Kori, s. XVII). Al este se ubica la madrasa Sher-Dor, también del s. XVII. Esta plaza fue el lugar de las proclamaciones reales así como de las ejecuciones públicas, y hasta los soviéticos (que no dudaron en destruir una catedral de la talla de la del Salvador de Moscú, hoy reconstruida) reconocieron su encanto y han querido dejar su huella en ella. Estos últimos la transformaron bajando el nivel del suelo unos 3 metros, cosa que todavía se puede apreciar viendo que el nivel más bajo de los edificios no está decorado con azulejos; esa parte originalmente estaba bajo tierra.


LA PLAZA, MADRAZA A MADRAZA


Madrasa Ulugh Beg.


Medersa Ulugh Beg. Nótese la amenazante curva que dibuja el minarete de la derecha
Ubicada a la izquierda (oeste) según miramos desde el mirador, fue mandada construir por Ulugh Beg, líder timúrida famoso por su pasión por las ciencias y por ser nieto del legendario Tamerlán. Está decorada con motivos geométricos y flanqueada por dos minaretes que por su forma me recordaron más a los pilares de un edificio clásico que a los minaretes que había visto con anterioridad, fueran estos de Marruecos, Turquía o incluso de Jiva o Bujará, las otras dos reinas del turismo en Uzbekistán.

Madrasa Tilya-Kori


Ubicada al norte, es la gran culpable de que la plaza del Registán sea distinta al resto de plazas uzbekas protagonizadas por escuelas coránicas, por ser la tercera en discordia, mirando de frente al espectador. Fue la última en construirse, terminándose en 1660. Sin embargo, fue modificada recientemente por los soviéticos, quienes le añadieron una cúpula azul turquesa en el lado izquierdo del edificio, rompiendo con ello la simetría que caracteriza a las construcciones persas.

Vista lateral de la madrasa Tilya-Kori, desde una calle que va a dar al Registán
Precisamente bajo esa cúpula se ubica la única mezquita de la plaza, profusamente decorada con motivos azules y dorados, que maravillaron a un servidor. No posee minaretes como las otras dos, sino pequeñas torres en las esquinas que hacen como tales, que con la nueva cúpula se han quedado pequeñas. El minarete ubicado al noreste es al que se puede acceder si se paga a un guardia la cantidad que éste pida.

Madrasa Sher-Dor


Ubicada al este, es en mi subjetiva opinión, la más hermosa del conjunto. Como el resto, está enteramente decorada con azulejos que crean formas geométricas diversas, de colores tales como un gris marronáceo como base y un color turquesa o un azul marino sobre él. Como la Ulugh Beg, posee dos minaretes "estilo columna", también en precario equilibrio, aunque al contrario que ésta, se aprecian dos cúpulas genuinamente timúridas de color azul turquesa y con relieve. Aunque lo que más me llamó la atención de este edificio, fue el transgresor detalle de crear con los azulejos la forma de dos infantiles leones que parecen llevar en lomos dos rostros humanos delante de lo que diríamos que son los rayos del sol. Para los no acostumbrados a la arquitectura islámica, deciros que se prohíbe decorar con formas humanas y de animales tanto el exterior como el interior de sus edificios, aunque esa norma se infringió en este caso y en alguna otra contada madraza de Bujará, en lo que quizá sean las únicas excepciones. Es la fachada que recibe los últimos rayos del sol cada día, y como amantes de los atardeceres que somos, asistimos un día al mismo. El color anaranjado que le da el sol de la tarde la hace incluso más hermosa.

Detalle de la medersa Sher-Dor, con el infantil tigre y el extraño sol con cara humana


ESPECTÁCULO NOCTURNO


Al maravilloso espectáculo que de día ofrece la plaza, hay que añadir lo que se hace de noche. A las 21:30, algunos días (he intentado buscar qué días, sin éxito) se exhibe un espectáculo de luz y sonido. De las tres noches que pasamos en Samarcanda solo se emitió una, y mereció la pena. Sin ser un despliegue de medios comparable a espectáculos similares hechos en Europa, lo recomiendo porque es muy efectista ver de color rojo, dorado, azul o blanco las tres madrazas del Registán al mismo tiempo. Cosa que de día es casi imposible, ya que el sol no suele dar luz a las tres fachadas a la vez.

Momento del espectáculo nocturno en el Registán.
Con una calidad de sonido mejorable, decir que durante el espectáculo una voz en francés hablaba sobre la plaza, en lo que a mí me pareció un guiño al idioma del país que más turistas extranjeros lleva a Uzbekistán: Francia.


DÓNDE COMER O DORMIR


Samarcanda, al contrario que Bujará y sobre todo que Jiva, es una ciudad muy extensa que tiene sus edificios más destacables dispersos en el actual entramado urbano, bastante distantes unos de otros. Aunque hablamos de una distancia que los que más disfruten caminando, podrán permitirse aún.

Madrasa "Sher-Dor" durante el espectáculo nocturno
En Samarcanda nosotros dormimos en el hotel Jahongir Bed and Breakfast, y fue el alojamiento más mediocre de nuestro viaje a Uzbekistán. Tiene buenas notas en los motores de búsqueda, debidas a que su patio interior, su desayuno y la ayuda del dueño son de elogiar. También debo decir a su favor que fue el segundo más barato (42$ la habitación doble cada noche, unos 35€ al cambio en ese momento). Pero la habitación era minúscula (no podíamos abrir la maleta por completo) y los colchones lamentables, porque se notaban todos los muelles. Estar a 7 minutos a pie del Registán es otro importante punto a su favor, ya que está ubicado en un barrio del casco antiguo de la ciudad, en el que las aceras, el asfalto o incluso las farolas escasean... pero así es el Uzbekistán real, no os voy a engañar.

Cuadro de la plaza. Hoy uno similar cuelga de nuestra casa
Para comer, nosotros fuimos a los sitios que nos encontramos o que nos pillaban cerca en cada caso. Junto al mirador del Registán, cambiando de acera en la avenida, hay varios restaurantes que nos sirvieron la comida también probablemente más mediocre de nuestra estancia en Uzbekistán, a lo que hay que sumar la incomprensible falta de variedad de sus menús. A un menú ya de por sí con poco para elegir (algunos restaurantes tienen apenas 8-10 platos distintos en sus cartas) hay que sumar que para cenar apenas tenían 2 o 3 de esos platos. Un día vimos como a unos viajeros les dijeron directamente que no tenían nada que darles de comer... en un país donde el turismo es todavía escaso, muy apreciado y normalmente bien tratado, nos llamó la atención esa continua falta de provisiones de los restaurantes samarcandos, que no notamos en otras ciudades uzbekas.

Interior de uno de los restaurantes de la zona, el Registon. Lástima que la calidad de la comida fuera inferior a la decoración del local
Otros viajeros nos dijeron que la ciudad nueva de Samarcanda, planificada por los soviéticos y posiblemente la más bonita y mejor trazada del país (aunque sin monumentos de interés), sí tiene mejores restaurantes. Cansados por lo que caminábamos durante el día nunca cenamos en la ciudad nueva, por lo que tampoco os puedo confirmar desde la experiencia personal que esto sea cierto.

Samarcanda es inolvidable, y más allá del Registán tiene material para pasar al menos un día entero disfrutando de su arquitectura, pero del resto os hablo en esta otra entrada.

Detalle de una de las dos cúpulas de la madrasa Sher-Dor