viernes, 6 de abril de 2012

Bajada del ángel de Aranda de Duero


La semana santa ya ha llegado y con ella sus tradicionales procesiones en las que cofrades con "sombreros cónicos" inundan las calles de muchas ciudades españolas. En medio de ese ambiente triste típico de esta semana, en la tierra que me vio nacer tenemos un acto de corte mucho más alegre, diferente y original; se trata de la bajada del ángel.

La organizadora es la cofradía de las Candelas, cuya creación se pierde en la historia y que parece datar de al menos el s.XV y que en sus orígenes se dedicaba a asistir a las personas moribundas durante el proceso de la extrema unción. ¡Qué duda cabe de que la cofradía ha evolucionado! En la actualidad organiza otro evento religioso el día de la Virgen de las Candelas (2 de febrero), pero es conocida especialmente por este acto, protagonista indiscutible de la semana santa arandina.

Iglesia de Santa María
La cita es el domingo de resurrección a las 11:30, aunque se recomienda ir antes para coger sitio. El lugar es un marco incomparable, la pequeña plaza de Santa María, presidida por la fachada principal de la iglesia del mismo nombre, la más bonita e importante de la villa, de estilo gótico isabelino, construida en el s. XV y cuya fachada principal fue añadida en el s. XVI. Y para conmemorar el día en que Jesús resucitó, en Aranda no se nos ha ocurrido otra cosa que coger a una criatura de entre 3 y 6 años de edad y hacerle volar sobre las imágenes de la Virgen y Jesús resucitado.

Paso a explicar mejor en qué consiste esta singular fiesta; para empezar, se adosa un cubículo de madera en los días previos a la fachada de Santa María y se instala un sistema de cuerdas entre la iglesia y el edificio de enfrente que sujetará al niño/a. La víspera se hace un ensayo general con el/la protagonista, seleccionado previamente entre los que deseen ser angelitos. El domingo, a las 11:30, el cubículo con aspecto de cielo se abre, y por él sale una especie de esfera opaca de plástico azul y blanco, que bien podría parecer por colores y tamaño la panza de Obélix el galo. En el interior de ese "globo" se aloja el niño o niña, sujetando una paloma en cada mano y vestido de ángel, descalzo. La esfera blanquiazul se desplaza hasta que se queda sobre la figura de la Virgen María, que previamente ha sido sacada en pequeña procesión, y que tiene la cabeza tapada por un velo negro en señal de luto. Frente a ella se ubica otro pequeño paso procesional, esta vez de Cristo resucitado, justo frente a la figura de la Virgen. Tras algunos segundos de tensión y emoción, el globo se abre partiéndose en dos y entre una nube de confeti aparece el ángel, que para empezar suelta las palomas y comienza a patalear enérgicamente. 


Los responsables de las cuerdas hacen descender al angelito/a y cuando tiene cerca la imagen de la virgen, se quita la diadema que tiene en la cabeza haciendo una reverencia en señal de respeto, y le quita el velo negro que le cubre la cara para permitirle ver a su hijo resucitado. Justo en ese momento la banda municipal "villa de Aranda" toca el himno de España y la gente se pone a aplaudir. El velo se lo queda el pequeño ángel, que dependiendo de sus energías puede pasar unos cuantos segundos más pataleando mientras las cuerdas le suben y le bajan, todo ello en medio de continuos aplausos. Cuando el ángel definitivamente "vuelve a tierra", otros miembros de la cofradía le calzan, y se realiza una pequeña procesión por las calles del centro de Aranda, en la que todos buscan ver la carita del protagonista. Tras la procesión se realiza una misa en la iglesia y para los cofrades y familiares del angelito/a un vino español en una de las bodegas subterráneas tradicionales de Aranda, datadas de la edad media.

En este vídeo de la edición de 2007, hecho por mi hermano, se puede ver el desarrollo de este acto. Disculpad la calidad mejorable del mismo, lo hicimos lo mejor que pudimos con una cámara de fotos. Para verlo mejor más vale ir a Aranda a hacerlo en vivo y en directo :)


Como detalles de la alegría del evento, decir que nadie se cubre la cabeza durante el mismo, algo que choca con el resto de actos de la semana santa. También es distinto el hecho de que un niño sea el protagonista por encima de la valía de las tallas. El nacimiento de esta tradición se desconoce, aunque mis fuentes hablan de que se lleva haciendo al menos unos 90-100 años. El acto, con algunos ligeros cambios, se celebra en otras pocas localidades españolas como Tudela (Navarra), Ariza (Zaragoza) o la cercana localidad también ribereña de Peñafiel (Valladolid). Pero aquí os dejo el que conozco yo.



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