lunes, 9 de agosto de 2010

Parque Nacional de Picos de Europa (I)

Picos de Europa es uno de los 14 Parques Nacionales con que cuenta el territorio español. El inicio del área protegida se encuentra a sólo 120 kilómetros de la ciudad de León, lo que me permite conocerlo bastante bien, ya que por cercanía he podido visitarlo varias veces.
  Se trata de un paraje montañoso donde se juntan las mayores cumbres de la cordillera Cantábrica, la cadena montañosa que separa la España húmeda del mar Cantábrico de la meseta norte, ocupada por Castilla y León. Algunas de sus características que le hacen ser especial en comparación con otros parques nacionales, son las siguientes:
- Fue el primero en España en ser declarado como tal en 1918, el pionero. Aunque cuando fue declarado no tenía este nombre, sino que se llamaba "Parque Nacional de la Montaña de Covadonga", debido a que abarcaba sólo el macizo occidental del parque actual, donde se ubica el santuario y los lagos de idéntico nombre (famosos estos últimos por ser fin de etapa muchos años de la Vuelta a España). Hoy día su extensión es casi 4 veces mayor a la original de 1918, después de la ampliación de 1995.
- Es el único en España que abarca territorios de 3 provincias y regiones distintas: Asturias, Cantabria y Castilla y León (provincia de León). Esta variedad le hace inigualable en riqueza etnográfica, ya que aunque los pueblos en línea recta están cerca unos de otros, las comunicaciones siempre han sido difíciles y las diferencias entre ellos, evidentes. También tiene sus inconvenientes, ya que las 3 regiones gestionan de forma conjunta (aunque no siempre bien coordinada) el Parque, promocionando en ocasiones sólo la parte correspondiente a cada región y no a Picos como lo que es, un conjunto, un todo, que existe desde mucho antes de que alguien trazara los límites regionales españoles que caprichosamente han dividido estas tierras (a juicio del que esto escribe).

Tresviso (Cantabria), uno de los muchos pueblos ubicados dentro de los límites del parque
- Volviendo a la parte etnográfica, resulta curioso que, al contrario de otros muchos parques nacionales, tenga numerosas poblaciones en su interior. La profundidad de los valles, con alturas comparables o incluso inferiores a las de territorios cercanos, hace que se hayan asentado poblaciones desde antiguo. Sólo en la parte leonesa (el 40% de la extensión del parque) se ubican más de 10 núcleos urbanos sumando una población censada de unos 1.000 habitantes, población que convive en armonía con el parque.
- Posee la que quizá sea la población más escondida de España: Bulnes. Por sus dificultades orográficas, nunca fue posible hacer una carretera que llegara hasta allí o ni siquiera un camino parcelario por el que acceder con vehículo de motor. La única forma de llegar era andando por un penoso camino que salva en 2 kilómetros los 400 metros de desnivel del acceso en carretera más cercano. En 2001, tras retrasos y quejas ecologistas, se ha inaugurado un funicular bajo la roca para los vecinos y los turistas más perezosos.

Comienzo de la subida a pie al pueblo de Bulnes
- La facilidad de acceso a algunos de sus puntos, como los Lagos de Covadonga o Fuente Dé, unido a su belleza, hacen del Parque el segundo más visitado en España, sólo por detrás del de las Cañadas del Teide (en la isla canaria de Tenerife). El número de visitas anual se acerca a los 2 millones de personas.

Los Picos de Europa están dentro de la Cordillera Cantábrica, aproximadamente ubicados en su centro, pero tienen personalidad propia. ¿Por qué? Porque las características de esta cordillera se agudizan con diferencia en esta zona: Sus picos, son los más altos de toda la cordillera, aunque sin tampoco sacar mucha diferencia a los de otras zonas, pero lo especial aquí es que estamos cerca del mar, muy cerca. Esto provoca que los valles sean profundos, y por tanto, los desniveles brutales. Puedo dejar como dato que Torre Cerredo, máxima altura del Parque, de Asturias y de Castilla y León, con 2.648 metros de altura, está apenas a 10 kilómetros en línea recta de Caín, el pueblo más septentrional de León, a unos 550 metros sobre el nivel del mar. De hecho, Caín tiene el llamado "Pico Jultayu" sobre el mismo pueblo, literalmente, con unos 2.000 metros de altura y 1.500 metros de desnivel sobre el pueblo. Poncebos, con poco más de 200 metros de altura, es el punto más bajo del parque, y desde él estaremos a sólo 25 kilómetros en línea recta de las hermosas playas del este asturiano. Sí, no es una utopía, el mismo día puedes disfrutar de cumbres de más de 2.500 metros de altura y pasear junto al mar. Y esto no es una isla volcánica. Ninguna otra cadena montañosa europea tiene cumbres tan altas tan cerca del mar. Los Pirineos o los Alpes tienden a suavizarse al acercarse al mar... aquí ha sido casi al revés.

Río Cares, en el punto en el que se une al Duje y al Bulnes, junto a Poncebos
Pero ahí no es todo. Con unos desniveles tan grandes y la roca caliza como protagonista, los ríos y concretamente las gargantas o desfiladeros que forman, son majestuosos. Cada uno de los ríos que nace en Picos ha desgastado la roca y ha creado gargantas de singular belleza, tan estrechas como profundas. Por motivos de comunicación, todos esos desfiladeros han sido atravesados por carreteras, que en cada caso (siendo quizá el más notable en el Desfiladero de los Beyos) han supuesto grandes y difíciles obras de ingeniería. Bueno, todos no, una garganta se ha mantenido al margen de los coches, por lo literalmente imposible que es meter una carretera ahí: La Garganta del Cares.

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