viernes, 26 de noviembre de 2010

No se puede ser más auténtico: el Bierzo!

La verdad es que después de hablar de León y haber provocado bonitas sensaciones a gente que aprecio me han entrado ganas de seguir hablando de otro rincón cercano y enormemente interesante como es el Bierzo. Una vez más esto puede ser leído por amigos naturales de allí, así que espero que os guste lo que aquí voy a contar y no meta mucho la pata...

Palloza de Balboa
El Bierzo es la comarca con más personalidad de la provincia de León. Se trata de una región natural, puesto que está delimitada de forma casi completa por montañas en todos sus puntos cardinales, y es casi imprescindible acceder a ella por un puerto de montaña y bajando. Está, por tanto, separada geográficamente de la mayor parte de la provincia de León, que vierte sus aguas al Duero, ya que los innumerables ríos del Bierzo vierten sus aguas al Sil, principal afluente del río Miño, ya en Galicia.
Su clima también es distinto, puesto que la rigurosidad de la meseta en la capital leonesa no se manifiesta igual en el Bierzo, ni tampoco las frecuentes lluvias gallegas llegan en tanta intensidad a aquí: en el fondo de sus valles, a menos altura que la meseta, los inviernos son ligeramente más suaves que en León, y la protección de las montañas hace que llueva menos que en Galicia y sople menos el viento. Es por tanto, un clima intermedio entre el "mesetario" y el gallego, y esta dualidad no es sólo climática, sino que se manifiesta en muchos otros aspectos.

Llamado "Bergidum" en el pasado romano, fueron precisamente los romanos los que dieron un protagonismo importante a la zona durante varios siglos. Y es que en el Bierzo se ubicó la mina de oro más importante de todo el Imperio. Las Médulas fueron una o unas montañas en las que los ingenieros romanos encontraron pequeños restos de oro. Y con un sistema faraónico de canales que transportaba agua que venía de decenas de kilómetros de distancia, lanzando ese agua con mucha presión contra las montañas, consiguieron destruirlas para más abajo seleccionar la tierra desprendida y coger los pedazos del preciado metal. La explotación estuvo en funcionamiento durante un par de siglos, se calcula que dio trabajo simultáneamente a unas 60.000 personas (seguramente casi todos esclavos) y sacaron entre 500 y 1.500 toneladas de oro a un rendimiento minúsculo (unos 3 gramos por tonelada de tierra). Todo esto dio como resultado la creación del lago de Carucedo, cercano a la explotación, y una degradación enorme del Medio Ambiente. En el siglo III se abandonó la explotación y la sabia madre Naturaleza fue repoblando el lugar con la fauna y flora propias del Bierzo, y el resultado hoy es un espectacular paisaje en el que los "picos" rojizos que sobrevivieron a los romanos están perfectamente integrados rodeados de castaños y otra vegetación. 1.700 años después de aquel atentado contra el Medio Ambiente, estas ruinas son, paradójicamente, el único lugar de la provincia de León (junto a la parte del Camino de Santiago que la atraviesa) que es "Patrimonio de la Humanidad" por la UNESCO. Pasear entre sus picurutos es sublime, pero es aún mejor subir hasta el mirador de Orellán (andando o en coche) y ver la más que privilegiada vista que nos ofrece de todo el entorno.

Las Médulas. Vista desde el mirador de Orellán
El devenir de la historia y la geografía citada anteriormente han hecho que, políticamente, el Bierzo sea distinto al resto de León. En la división provincial de 1822 el "Vierzo", como se llamaba en la época, era una provincia propia, que abarcaba la comarca actual más otras comarcas hoy leonesas como Laciana o la Cabrera y territorios hoy gallegos como la comarca de Valdeorras. Anteriormente, en otros sistemas provinciales, ya había sido una provincia más de España. Desde que se aprobó la división provincial actual, en 1833, el Bierzo pertenece a la provincia de León, aunque no siempre los bercianos se han resignado a este hecho. En la comarca existe un cierto movimiento que apuesta por separarse de León, con diversas alternativas como las de volver a tener una provincia propia o incluso una región propia o constituirse como la "quinta provincia de Galicia". A su favor se podrían dar datos como que la comarca es más grande que varias provincias (por ejemplo las tres del País Vasco) españolas ya existentes o que en población también superan las cifras de alguna de ellas, como la provincia de Soria. Como en el "León versus Castilla" del artículo anterior, la verdad es que al final no existe odio hacia León y solamente una cierta rivalidad, especialmente entre Ponferrada, capital actual de la comarca y principal motor económico de la misma, y León. A cambio, otras cosas diferenciadoras sí son ciertas y se notan pronto: muchos bercianos tienen un característico acento similar al gallego, y de hecho hay personas que incluso conocen ese idioma. Es más, algunos de los núcleos más occidentales de la comarca, junto a la frontera con Galicia, se reconocen oficialmente como poblaciones en las que se habla gallego, y los nombres de sus poblaciones se dicen en gallego, aunque no sean los reconocidos oficialmente. La cercanía a Galicia se nota también en otros aspectos, como en algunas tradiciones como el "magosto" o en la arquitectura, donde el Bierzo y Galicia (y en menor medida Asturias también) comparten las "pallozas", unas viviendas muy especiales típicas de las montañas de los Ancares.

Investigando sobre el Bierzo, la sensación que uno tiene es que "tienen de todo estos bercianos". Estamos, sin duda, ante el pedazo de tierra más fértil de la provincia, y no sólo eso, también el más variado. El Bierzo es tierra de castañas, cerezas, manzanas de tipo reineta, pimientos, vino... y además aglutina una buena parte de la minería leonesa, últimamente presente en periódicos y televisión con bastante frecuencia, y alrededor del 50% de la industria de toda la provincia. Ponferrada, la capital, aglutina alrededor de la mitad de la población de la comarca, y con sus 70.000 habitantes es la sexta población más grande de Castilla y León, superando a cuatro de sus capitales de provincia: Zamora, Segovia, Ávila y Soria.

Pero como esto es un blog de turismo, una vez superados otros aspectos como el histórico o el etnográfico, vamos a hablar de lo que toca :)

 Los encantos del Bierzo son muchos, y verlos todos llenaría al menos un fin de semana de sobra, aunque puede dar para más tiempo. A Las Médulas, que posiblemente sea el punto de mayor interés de la comarca, hay que añadir:
Castillo de Ponferrada
- Ponferrada: La actual capital del Bierzo acoge quizá el castillo más interesante de toda la provincia de León. De origen templario, se erige en una pequeña elevación en la población, entre el río y el casco antiguo de la ciudad. Aunque su interior, al menos cuando yo lo visité, no tenía especial interés (aparte de poder pasear entre las almenas, el resto estaba casi vacío) para mí, su vista exterior es imponente, se mire desde abajo, desde el otro lado del río, o junto a su hermosa entrada. Aparte del castillo, en la plaza mayor se ubica el ayuntamiento, de estilo barroco, que recuerda a sus hermanos de Astorga o de León (el ubicado en la plaza mayor). La basílica de la Encina, que alberga a la virgen homónima (patrona del Bierzo), es el templo religioso más importante de la ciudad. Junto a la iglesia de San Andrés, frente al castillo, fueron los dos edificios usados para la exposición de las Edades del Hombre de 2007. También podemos pasar bajo el arco del reloj o visitar alguno de sus museos, como el del Bierzo, el del ferrocarril o el de la radio, promovido éste último por el ponferradino más conocido en la actualidad, el periodista Luis del Olmo.



Peñalba de Santiago
- Valle del Silencio, Peñalba de Santiago: Una de las cosas más mágicas del Bierzo es que a sólo unos pocos kilómetros de la A-6, eje viario por excelencia, es fácil encontrarse en un lugar en el que tener una gran sensación de paz, no ver un alma y estar rodeado de hermoso paisaje de montaña. Uno de esos valles es el valle del Silencio, recorrido por el río Oza. En él se ubica uno de los pueblos con más encanto del Bierzo: Peñalba de Santiago. A una bonita ubicación, con las montañas literalmente pegando al pueblo, a un encanto típico con las casas de piedra y pizarra y a unas calles por las que pasear sin coches (sólo los residentes pueden acceder, y son muy pocos), hay que añadir el que tiene un monumento muy original de estilo mozárabe: la modesta iglesia de Santiago, del siglo X, que lleva sus más de mil años de historia muy bien, y viene de una época en la que el aislamiento de la zona provocó que varios santos se refugiaran por allí. Andando a un par de kilómetros del pueblo se puede llegar a una de las cuevas que utilizaron, la de San Genadio.
- Villafranca del Bierzo: Atravesada por el Camino de Santiago como también lo está Ponferrada, la antigua capital de la "provincia del Vierzo" es hoy quizá su población más monumental. Posee un castillo, aún habitado, varias iglesias de interés, como la Colegiata o la iglesia de Santiago, en cuya portada lateral o del Perdón, los peregrinos que no podían seguir hasta Santiago podían recibir el Jubileo igualmente. El convento de los Padres Paúles fue la antigua diputación provincial de el Bierzo. La "calle del Agua" posee varias casas blasonadas y la Plaza Mayor reviste cierto interés también :)

- Los Ancares: Las montañas del noroeste del Bierzo, pegando ya a Galicia y ligeramente a Asturias, han sido hasta hace poco una zona remota, apartada de los ejes de comunicación modernos y lejos de prácticamente todo. Este aislamiento mantuvo en uso hasta hace pocas décadas un tipo de viviendas arcaicas y originales llamadas "pallozas". Similares a las casas de teito presentes en otras zonas de la montaña asturiana y leonesa, éstas son de superficie redonda y más grandes y en ellas convivían bajo el mismo techo personas y animales. Aunque muchas se conservan de forma precaria debido a la falta de ayudas económicas, otras se mantienen mejor o incluso se pueden visitar, y en pueblos como Balboa, se han restaurado o reconstruido y son utilizadas como bares o restaurantes. Para mí fue todo un placer cenar en una de ellas. Ya en Galicia, pueblos como Piornedo u O Cebreiro, recrean todavía el carácter del típico pueblo ancarés lleno de pallozas :)

Cascada de Cantejeira
- Y hay mucho más: El pueblo de Corullón, con sus antiguas iglesias y su castillo, el enclave jacobeo de Molinaseca o la curiosa herrería de Compludo, todavía en funcionamiento y que algunos datan del siglo VII, o dar un paseo por el paisaje montañoso berciano, con montañas que sobrepasan los 2.000 metros en algunos casos, como el Catoute al noreste o el Teleno al sureste (compartido con la Maragatería), viendo rincones como la cascada de Cantexeira (municipio de Balboa) o muchos otros que ni siquiera yo mismo conozco aún.


En definitiva, un hermoso rincón en el que perderse entre pueblitos con encanto, ciudades llenas de historia y montañas que miremos a donde miremos, ahí siguen, observándonos.

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