sábado, 1 de febrero de 2014

REBELDE CAPITAL IMPERIAL: FEZ (II)

Continuamos la segunda parte de los consejos para conocer la ciudad de Fez. Aquí tenéis la primera mitad.

¿QUÉ VER EN FEZ? FEZ-EL-JEDID


Las diversas dinastías que han gobernado el noroeste de África no han acostumbrado a escatimar en gastos a la hora de hacer sus ciudades imperiales. En el caso de Fez, la dinastía benimerín o merínide ordenó construir la ciudad imperial de Fez el Jdid. Sí, si en Europa se han hecho lujosos palacios reales, en lo que hoy es Marruecos se construían "ciudades imperiales", aun más grandes y pomposas que sus equivalentes europeos. Eso sí, mientras en Europa muchos son visitables por dentro, en Marruecos todavía hoy son inaccesibles al viajero las joyas de esas ciudades imperiales, que son los palacios reales... es más, hacer fotos de su exterior muchas veces está prohibido (algo de lo que avisan los guardas que suelen estar en las puertas) incluso aunque el rey de Marruecos no esté en la ciudad y apenas use el palacio... normal, tiene 27 palacios reales y es imposible que use todos a diario. En el caso de Fez, la vistosa fachada principal de la plaza de los Alauitas sí se puede fotografiar (de hecho parece haberse hecho adrede para ello), pero el resto de palacio no.


Fachada del palacio real en la plaza de los Alauitas, la más bonita y la única fotografiable de este inmenso conjunto palaciego
El caso es que los benimerines se construyeron una nueva ciudad en un alto cercano a la medina desde el que poder controlar lo que por aquel entonces era Fez, la cual era pasto de diferentes revueltas con relativa frecuencia. Alrededor de esa ciudad imperial fueron creciendo diversos barrios, casi tan caóticos como los de Fez-El-Bali, entre los que destaca un barrio judío. El crecimiento de ambas ciudades provocó que acabaran uniéndose Fez-el-Bali y Fez-el-Jedid, aunque todavía hoy compongan dos unidades urbanísticas diferenciadas. Aquí tenéis algunos de sus puntos de interés:
- Mechuares: yo no pude ver todos, porque según mi mapa alguno estaba dentro de las murallas del palacio real (por tanto no era visitable), pero el "pequeño mechuar" por el que se entra al barrio tiene su interés... un "mechuar" es un patio de armas, una gran plaza amurallada utilizada para las formaciones militares. Básicamente es una plaza rodeada de muros con almenas hoy gobernada por los coches, con una puerta del palacio real donde os dirán amablemente que ni se os ocurra hacer fotos (solo al palacio, el resto de mechuar puede ser fotografiado).
- Grand rue de Fez-el-Jedid: esta calle comunica el "petit mechouar" con el barrio judío, y su primera mitad es un zoco, con bastante más espacio que los de la medina y especializado en ropa. Además junto a esa calle se suceden varias mezquitas, fácilmente identificables por sus minaretes. La calle, larga y recta, muere en el barrio judío al que se llega pasando bajo una monumental puerta.

Calle principal de Fez-el-Jedid, convertida en zoco de ropa en buena parte de su recorrido

- Barrio judío, sinagoga incluida: el barrio judío de Fez-el-Jedid muestra las huellas que han dejado los judíos en Fez. Aunque hoy sean apenas unas pocas decenas, hasta hace pocas décadas se contaban por miles en la ciudad. La convivencia no era fácil, y de hecho las humillaciones y vejaciones que la mayoría musulmana daba a sus vecinos judíos lo dejan claro, pero no obstante los judíos se las apañaron con su buena mano para la artesanía y la joyería para tener una economía mejor que la de sus vecinos musulmanes. Sigue habiendo joyerías en el barrio, y la calle principal tiene unas vistosas casas con balcones de madera que me recordaron a fotos que he visto de ciudades coloniales construidas por los españoles. La sinagoga se conserva gracias a la reconstrucción que pagó, entre otros, el gobierno alemán (curiosamente), y se muestra al que la quiera visitar por 20 dh (1,8€ con el cambio). Aunque no está al nivel de sus homólogas europeas ni en tamaño ni en porte (Budapest o Sofía, por citar dos ejemplos) nos pareció una visita interesante. NOTA: NO HACER NI CASO a las indicaciones que la gente os dé para llegar al barrio ni a la sinagoga. Hasta 4 personas distintas nos señalaban en dirección contraria a dónde íbamos la situación de ambos en Fez-el-Jedid.

Interior de la sinagoga de Fez

- Palacio real: la foto de la plaza de los Alauitas es otra de las clásicas de la ciudad, y recomiendo a todo el mundo que pase por esa plaza... y aunque no se puedan hacer más fotos, se rodeará el palacio real casi sin querer y se verá alguna que otra puerta vistosa, y las altas murallas que lo protegen del exterior.
- Barrios musulmanes: los barrios que se suceden a los lados de la calle principal de Fez-el-Jedid y al oeste del mechuar anteriormente citado pueden tener su interés, aunque son prescindibles. Si uno se pierde por sus calles se encontrará otra cara de la realidad de Fez, aparte de no dejar indiferente a una población no tan acostumbrada a ver turistas como en la medina.

Petit mechouar, un patio de armas por el que se entra a Fez-el-Jedid


MUSEOS

Como pasa en otras ciudades marroquíes como Marrakech, ir a los museos de Fez es en muchos casos más que recomendable. El interés principal es más por los edificios en los que se alojan que por las piezas que componen la colección expuesta; por otro lado los precios son muy bajos, entre 10 y 20 dirhams (1-2€). Estos son los mejores:
- Museo Dar Batha: museo principal de la ciudad, de titularidad pública, expone arte marroquí en un edificio igualmente marroquí con un inmenso jardín de claro aire andalusí, que nos hará sentir, salvando las distancias, como en los jardines de los Alcázares de Sevilla. Se ubica fuera de la medina pero junto a ella, a 5 minutos a pie de la puerta Bab Bou Jeloud.
- Museo de la madera "Nejjarine": en pleno centro de la medina, en un antiguo caravasar (alojamiento para caravanas y "caravaneros") que ejemplifica como ningún otro sitio el trabajo de recuperación que la UNESCO ha ejercido en la ciudad, este museo es un claro ejemplo de que solo por visitar este edificio por dentro ya merece la pena pagar los 20 Dh que cuesta, aunque nos dé igual la madera. Las piezas en sí tienen su interés a pesar de todo. La azotea es visitable también, y ofrece buenas vistas de la medina.

El caravasar Nettarine, restaurado por la UNESCO, aloja hoy el museo de la madera de Fez

- Museo Belghazi: algo más secundario, este museo de titularidad privada es un remanso de tranquilidad a pesar de su ubicación, también en una zona céntrica de la medina. Una cría de la familia nos enseñó las salas, y aunque la Lonely Planet dice que ha perdido parte de su esplendor porque su dueño ha vendido muchas obras, solo por ver un palacio tan antiguo ya nos mereció la pena entrar (20 Dh). Las vistas de la medina desde la azotea serán probablemente las mejores que se pueden tener sin salir del recinto amurallado. Ojo si se buscan fotos porque hay más museos con el mismo nombre en Marruecos y el de Fez no es precisamente el que más muestra google. Y ojo también a las personas que cerca del museo os dirán que está cerrado recomendándoos ir a las cercanas curtidurías (que son más pequeñas que las principales de la ciudad); en mi caso era falso que estuviera cerrado el museo, es otra estrategia para que vayáis a donde a ellos les interesa.
- Museo de armas: alojado en un torreón defensivo hecho por esclavos portugueses en un alto sobre la medina, visitar este museo por dentro tampoco me volvió loco de alegría, y te tienen que gustar algo más que a mí las armas para disfrutarlo... (10 Dh) no obstante, acercarse a él, entrando o no, puede ser una buena idea porque es el segundo mejor lugar de Fez para disfrutar de un atardecer. El primero son las ruinas de las tumbas merínides, no muy lejos del museo, pero tanto las guías de viaje como amigos que estuvieron antes que nosotros en Fez nos dijeron que esa zona está frecuentada por ladronzuelos, especialmente de noche. Como no era recomendable preferimos no ir. Al margen del atardecer, las vistas sobre toda la medina de Fez son muy buenas, aunque la cercana estación de bus afee un poco el conjunto.


¿DÓNDE DORMIR EN FEZ?


Como ya he comentado, Fez dispone de hoteles, más o menos lujosos, que nos harán sentir como en Europa, o casi... y el "casi" lo digo porque es más frecuente que en Europa que algunos detalles fallen: véase problemas de fontanería, tapas de WC rotas o habitaciones mal aisladas del frío o calor exterior por citar algunos que nos encontramos.

Patio del museo Belghazi
No obstante, para todo aquel que quiera sumergirse en la cultura marroquí, los riads son una experiencia más que recomendable. "Riad" significa "jardín", pero también designa a la casa tradicional marroquí, discreta y sin ventanas al exterior, pero que deja la decoración para el interior (en el mundo musulmán se considera mal visto presumir de lujo, por eso se decora solo el interior de las casas, aunque en Dubai o Qatar ya no se cumpla esta costumbre...), que se estructura en torno a un patio y cuenta con varias plantas y una azotea. Los riads se pueden encontrar en las medinas de las ciudades marroquíes con más encanto (Fez, Marrakech, Meknes o Essaouira, por citar algunas) y los hay de todos los precios, desde superlujo a muy económicos, por menos de 30€ diarios la habitación doble. Suelen tener pocas habitaciones, no superando la decena, lo cual hace que los dueños y/o empleados den un trato amable y cercano, siendo una fuente de información fiable. Nosotros dormimos en el riad Nassim, que estando bastante bien, tiene el inconveniente de estar en un extremo de la medina, lejos de la mayoría de puntos de interés.


¿CÓMO LLEGAR A FEZ?


Fez tiene un aeropuerto internacional, que en el momento de escribir estas líneas se había quedado pequeño por la llegada de compañías como Ryanair o Vueling, que nos acercan a esta ciudad marroquí desde España y otros países de Europa Occidental. No obstante a principios de 2014 ya estaba bastante avanzada la nueva terminal, digna de la segunda ciudad más turística de Marruecos.

Calle principal del barrio judío, que destaca por sus hermosas viviendas con balcones de madera
Además Fez se encuentra en el centro de uno de los dos principales ejes ferroviarios marroquíes; concretamente del que une la costa atlántica (Rabat, Casablanca) con Oujda, ciudad cercana a la frontera argelina y al Mediterráneo. Los trenes marroquies, siendo viejos, son más rápidos de lo que cabría pensar (más que en Europa Oriental, por ejemplo) y realmente muy baratos (recorrer 100 kms. en ellos vale de media menos de 3€), por lo que son una buena forma de moverse por el país. Las principales ciudades del país tienen servicio de tren, o un bus, regentado por Supratours y dependiente de la compañía ferroviaria marroquí, por lo que es fácil acceder a ellas.

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