jueves, 8 de noviembre de 2012

La isla secreta de las Canarias: ¡LA GRACIOSA!

La playa de la Cocina, junto a la Montaña Amarilla, muestra toda la paleta de colores de la Graciosa
¿Sabíais que no son siete las islas habitadas del archipiélago canario? Sí, hay numerosos islotes deshabitados, del tamaño de Perejil o incluso más pequeños, pero además... ¡eso es! Hay una octava isla habitada, la "benjamina" de las islas afortunadas, muy desconocida pero más que recomendable para pasar un día distinto en un rincón de gran belleza, casi virgen, pero sin renunciar al placer de comer caliente un buen menú del día. Estoy hablando de LA GRACIOSA.

QUÉ ES Y CÓMO LLEGAR


La Graciosa es la isla de mayor tamaño del llamado "archipiélago chinijo" (otra forma de decir "pequeño" para los canarios), un conjunto de islas e islotes ubicado al norte de la isla de Lanzarote. Es la única isla habitada de dicho archipiélago, la más grande y también la más cercana a la isla conejera. Su superficie es de unos 29 kilómetros cuadrados y su altura máxima es de unos 266 msnm.

Caleta del Sebo, capital de la Graciosa. Vista de su bahía
En esta diminuta isla viven algo menos de 700 habitantes, que viven de la pesca y del turismo. Al margen de un pequeño helipuerto, la única forma de llegar a la isla es por barco. Para hacerlo, tendremos que encontrar el modo de alcanzar la población de Órzola, en el extremo norte de Lanzarote, y coger alguno de los numerosos barcos (aproximadamente uno cada hora, en ocasiones aún más) que unen Órzola con Caleta del Sebo, la capital graciosera. Ojo porque la mayor parte del viaje es por el "río" (la estrecha franja de mar que separa las dos islas) pero una parte es por mar abierto, y el oleaje puede ser intenso, por lo que si alguien es propenso a marearse, que tome las medidas oportunas para evitarlo. Yo no valoré esta posibilidad y pasé un pequeño mal rato por ello.

CÓMO MOVERSE


Cuando llegas a la Graciosa, te das cuenta de la serenidad y calma de la isla. En parte, contribuye a ello el que sea de una de las pocas islas habitadas en Europa sin asfalto. La composición de la isla, a pesar de su pasado volcánico y la cercanía a Lanzarote, es más bien arenosa, por lo que andar por ella no es ningún problema. No obstante, las distancias pueden hacerse largas y perderíamos mucho tiempo si intentáramos ir andando a todos los sitios, por lo que se impone escoger una de estas dos alternativas:

Playa de la Francesa, con la montaña amarilla al fondo
- Taxi: varios todoterrenos ofrecen un servicio de taxi por la isla, por un módico precio debido a las cortas distancias de la misma.
- Alquiler de bicicletas: fue la opción que escogimos nosotros, y quedamos muy satisfechos. Hay varios caminos que comunican Caleta del Sebo con las diversas playas, que pueden ser fácilmente recorridos en bicicleta. Es una experiencia inolvidable el pedalear por un lugar tan especial. En el mismo pueblo, junto al puerto, al menos un local alquila bicicletas individuales y tandems para una hora, dos, medio día o el día completo, con precios (como casi todo en Canarias) muy interesantes, aunque no recuerdo lo que pagamos nosotros.

QUÉ VISITAR


La Graciosa es un destino fabuloso para desconectar, para descansar y para relajarse en playas vírgenes, paradisiacas, y excepto en algunos momentos, más bien desiertas. En nuestro caso, la visita era una mera excursión de un día, así que nos decidimos por visitar los puntos más interesantes de la isla sin estresarnos, cosa que sería un delito en un lugar como éste:
- Caleta del Sebo: la capital de la isla es inevitable puesto que el barco nos dejará allí y es posiblemente el único lugar para coger un taxi, alquilar una bicicleta o comer en un restaurante. Existe otro pueblo, que yo no visité, pero debe ser más una urbanización que un centro de servicios. Su tranquila bahía me gustó porque me pareció muy tradicional, con la playa y el puerto fundiéndose en una sola cosa, y las ortoédricas casitas blancas, de una sola altura, colocadas alrededor del agua, pero sin estar demasiado cerca. Perderse por sus calles es como volver al pasado, por tener absolutamente todas la arena natural de la propia isla como sustituta del asfalto.
- Playa de las Conchas: la playa más famosa de la isla está ubicada al lado opuesto al pueblo, dando la espalda a Lanzarote y mirando directamente al islote de Montaña Clara. Su arena es blanca y fina como pocas habré visto en toda mi vida, aunque las rocas negras que aparecen en ocasiones sobre la arena, o el volcán rojizo que tiene junto a ella nos recuerdan que estamos en una isla volcánica. Se puede subir a sus alrededores para contemplar una vista desde arriba, y tiene cierto oleaje.

Playa de las Conchas, la más famosa de la isla, con cierto oleaje
- Playas del sur de la isla (playa de la Francesa y de la Cocina): estas dos playas, fácilmente accesibles en bicicleta o incluso a pie desde Caleta en media hora o una hora respectivamente, son distintas pero igualmente espectaculares, y distan apenas 10 minutos a pie la una de la otra. La Francesa es una playa extensa, de aguas mucho más tranquilas que las Conchas, con aguas turquesa transparentes y un perfil suave. Mucho más pequeña es la playa de la Cocina, pero con el marco de la "montaña amarilla" tras ella, la vista de la playa es realmente preciosa, y las aguas son igualmente turquesas.
- Vistas de Lanzarote desde la Graciosa y viceversa: Todo el lado este de la Graciosa nos permite admirar la isla de Lanzarote, quizá desde su lado más agreste, ya que la "isla de los volcanes" muestra una pared de varios centenares de metros de altura, al oeste de Órzola. Desde Lanzarote, tenemos una vista espectacular de la Graciosa en el "mirador del río", obra de César Manrique, de la que ya hablé en el artículo sobre Lanzarote y este genial artista.

Playa de la Francesa, de aguas turquesas y tranquilas, con la "pared" que es el lado oeste de Lanzarote
Así que si tenéis tiempo para hacer una visita sosegada a Lanzarote, yo apuntaría esta pequeña isla vecina en vuestro programa. Para ir a la playa varios días a un lugar paradisiaco, alternativo y muy tranquilo, ésta también es vuestra isla.

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