sábado, 15 de agosto de 2015

Una visita a INDONESIA: ¿por dónde empezar?

Nuestro próximo destino será Indonesia. Como todos, poco antes de comprar los vuelos, hay que mirar si el precio a desembolsar es más o menos alto, o si el país tiene alicientes por los que merezca la pena el esfuerzo. ¿Pero cómo hacerlo si el país se trata de un inmenso archipiélago en el que cada isla es un mundo y en el que puedes estar seguro de dejar siempre cosas interesantes por ver? Voy a intentar ayudar un poco.

Vista desde el monte Rijani, en la isla de Lombok. Foto extraída de www.trekkingrinjani.com
 Indonesia es un lugar único en el mundo al que merece la pena ir (y lo digo antes de coger el avión). Pensaréis que eso lo habéis oído de muchos sitios y tenéis razón: yo mismo probablemente lo haya escrito de otros destinos, pero como me pasó con la India, algunos de los datos de este rincón del mundo me abruman. Los dejo caer:
- es el cuarto país más poblado del planeta, solo tras China, la India y Estados Unidos.
- es el país con más musulmanes del mundo. Curiosamente, cuando nos vienen a la cabeza países musulmanes no nos acordamos de ellos. En absoluto.
- he intentado encontrar el dato que me lo confirme, pero diría que es el mayor archipiélago del mundo en un solo país, formado por más de 17.000 islas. "Solamente" 6.000 están habitadas, y si nos fijamos solo en las más grandes y conocidas el grupo se puede simplificar bastante, pero a primera vista asusta.
- es un país enorme. Su superficie emergida sobre las aguas es de poco menos de 2 millones de km2, lo que serían casi 4 Españas juntas. Pero al ser un archipiélago, las distancias son mayores de lo que parece... de la región de Aceh, en el norte de Sumatra, al este de Papúa, hay tanta distancia como de Galicia a Jordania... imaginaos que el territorio entre el noroeste de España y Jordania fuera un solo país; de locos, ¿no?
- Aunque compartidas con otros países, Indonesia posee territorios en la segunda y en la tercera islas más grandes del mundo (Nueva Guinea y Borneo). La sexta (Sumatra) es la más grande exclusivamente indonesia.
- Java, que solo es la 5ª isla más grande de Indonesia (y la 13ª del mundo) es sin embargo la más poblada del país y del mundo, por delante incluso de Honshu, la principal isla de Japón. Aparte de tener la capital, Yakarta, alberga a más de la mitad de los indonesios, unos 140 millones. Su densidad de población, de más de 1000 habitantes por persona, es de las más altas del planeta.
- Las islas están, por lo general, presididas por altos volcanes, siendo una de las zonas más activas a nivel volcánico de la Tierra.
- La diversidad cultural es, siendo un país formado por islas, brutal. De Java a Papúa, o de Bali a Borneo, puede haber muchas más diferencias que entre dos países distintos. En ocasiones, no es ni necesario cambiar de isla para apreciar estas diferencias.

Borobudur, el templo budista más importante del país, en la isla de Java. Foto de la wikipedia.
Además, los aviones os pueden salir más baratos de lo que la distancia en el mapa podría indicar: comprando con bastante antelación, eso sí, nosotros hemos pagado 510€ por la ida y vuelta desde Madrid a Yakarta, con Etihad, haciendo escala en Abu Dhabi. Y Etihad no es precisamente una compañía de bajo coste. Los aviones internos, con compañías aéreas como Air Asia, tampoco se suelen ir de las manos en precio, al menos en las zonas más concurridas.


PEQUEÑA INTRODUCCIÓN A SUS ISLAS MÁS DESTACADAS



Así que formulo la pregunta del título, que todo interesado en el país se puede preguntar al plantearse qué visitar, ¿por dónde empezar? Lo primero de todo, es que tras tanto dato abrumador, la realidad es que Indonesia se puede fragmentar de tal modo que al final nos quede un grupo de islas principales, y lo normal es visitar una o varias de esas islas. El viajero debe ser quién decida si visitar menos islas haciéndolo con más profundidad, o más islas de forma superficial. Yo soy más de los primeros, pero sé que muchos otros no son como yo. Os dejo unas pistas para que sepáis qué islas os pueden interesar más:

- SUMATRA: el mayor atractivo de esta isla es su naturaleza. La gente que la visita lo hace motivada por sus reservas de animales, destacando los oranguntanes y los tigres. Conserva buena parte de su selva tropical, aunque ésta ha descendido significativamente en las últimas décadas. Es la segunda isla más poblada tras Java, y esto motiva que tenga más infraestructuras que otras, aunque por ejemplo, sus escasas vías de tren no son muy útiles para la mayoría de viajeros. Posee el lago Toba, el mayor lago volcánico del planeta, que es una de sus atracciones principales. Aceh, la región del norte, fue la zona más castigada por el tsunami de 2004, y la más ortodoxa en su forma de entender el islam, ya que se rige por la sharía; además, en esa misma zona hay un cierto movimiento que anhela separarse de Indonesia, aunque la tensión se ha rebajado tras aquella catástrofe.

Una de las islas Gili. Foto extraída de insolitviatges.com
- JAVA: la isla de las megaciudades, cuyo café inspiró el nombre de uno de los lenguajes de programación informática más famosos, tiene como principales atractivos los templos budista de Borobudur e hinduista de Prambanan, en el centro de la isla, junto a Yogyakarta, su capital cultural. Paradójicamente, hoy casi todos sus habitantes son musulmanes. Aparte de eso, los que la visitan no se suelen perder las áreas que rodean al volcán Bromo y al Ijen, ambos al este. El resto de la isla suele ser más ignorado, incluyendo sus enormes ciudades (aparte de Yakarta, la segunda ciudad del país, Surabaya, es javanesa), que por lo general son caóticas y poco atractivas. Es la más desarrollada y la única que cuenta con una densa red de ferrocarril; a pesar de su área (la 4ª parte de España), el hecho de ser tan alargada hace muy recomendable visitarla apoyándose en vuelos internos.
- BALI: la isla más famosa a nivel turístico es sin embargo un "puntito" en el mapa de Indonesia. Solo tiene 5.700 km2 (poco más que Cantabria), pero es, de lejos, la isla con mayor densidad de puntos de interés. Es un rara avis cultural también, ya que la mayoría de sus habitantes son hindúes, aunque profesan un hinduismo bastante alejado del existente en la India. Entre sus atracciones figuran sus numerosos templos, unos paisajes ricos en arrozales, volcanes o bonitas playas. El turismo le ha dado una prosperidad que se ve reflejada en unas infraestructuras mejores que las de casi cualquier otra isla (excepto Java), siendo los australianos sus mejores clientes. Para colmo, se encuentra cerca de otras islas más pequeñas fabulosas para el buceo, surf o simplemente tomar el sol, como Lembongan o las Gili.

La isla de Sulawesi o Célebes en el mapa. Una locura. Fuente: wikipedia
- LOMBOK: la vecina discreta de Bali tiene uno de los lugares más impresionantes a nivel volcánico de país, el monte Rinjani, con un cráter volcánico que hoy es un lago. La cercanía a Bali hace que mucha gente la visite desde ahí, aunque a nivel cultural sea otro mundo, ya que Lombok es musulmana, y el turismo está menos desarrollado. Se encuentra aun más cerca que Bali de las paradisiacas islas Gili.
- FLORES: esta pequeña isla, más alejada de las islas mayores, tiene en una pareja de volcanes coronados por lagos (de diferentes colores) su mayor atracción: es el monte Kelimutu. Es alargada y sus infraestructuras ya más precarias, por lo que visitarla resulta ligeramente más complicado.
- BORNEO (KALIMANTAN): Kalimantan es el nombre que recibe la parte indonesia de la isla de Borneo, compartida con Brunei y Malasia, donde la parte Indonesia representa unos 3/4 de la superficie total, un área mayor que España. Sin embargo, con solo 14 millones de habitantes, es de las zonas menos densamente pobladas del país. Como en Sumatra, su mayor interés reside en sus reservas de animales, siendo los orangutanes la especie más popular. Poco desarrollada y todavía medianamente salvaje, es recomendable solo para viajeros ávidos de aventura y preparados para vivir con pocos lujos. Las islas Derawan, al noreste, son un buen destino para los amantes de las playas de ensueño o el buceo y submarinismo.

Los oranguntanes, una de las principales atracciones de Kalimantan, la parte indonesia de la isla de Borneo. Foto extraida de uncommonadventures.com
- CÉLEBES (SULAWESI): esta isla tiene seguramente la forma más extraña y alocada del mundo, una especie de gigantesca ameba con cuatro tentáculos. Pero las guías de turismo dicen que la forma es más normal que la experiencia de visitarla :) Culturalmente tiene una pinta apasionante, donde se lleva la palma el pueblo Tona Toraja, con sus casas con forma de barcos y un "peculiar" tratamiento a sus difuntos (buscadlo en google, buscadlo :P)
- PAPÚA: la mitad occidental de la isla de Nueva Guinea es el rincón más perdido de todo el archipiélago, que ya es decir. Tiene solo 3 millones de habitantes (como Bali, pero en un territorio 60 veces más grande), parte de los cuales son tribus (que pueden llevar como única vestimenta una piel de calabaza en el pene, por ejemplo). A pesar de su tamaño, está tan poco desarrollada que la mejor forma de moverse por ella es con vuelos internos, lo que hace que la visita sea compleja y cara, aunque las guías dicen que deja satisfechos a los más intrépidos, los únicos que la visitan. Existe un movimiento separatista del resto de Indonesia que puede generar disturbios.

Hay muchas islas menores, pero la más relevantes a nivel turístico y geográfico son éstas.


NUESTRA APUESTA



Hemos preferido ser conservadores, y dado que vamos a estar poco menos de 3 semanas, visitaremos la zona más concurrida del país en lugar de meternos a islas más complicadas de ver. Estamos convencidos de que haciendo esto ya tendremos la sensación de estar en otro mundo, viendo algunos de los rincones más famosos de Indonesia. Pasaremos 5 días en Java, para ver los templos y volcanes citados anteriormente (más una noche en Yakarta al entrar y salir del país para descansar y estar con un amigo que vive allí), casi 10 días en Bali, que aun así no serán suficientes para visitar todos los sitios encantadores de esa isla, y 2 en Lembongan buscando desconectar del mundanal ruido en sus playas, buceando o tomando el sol en esta minúscula isla de 8 km2.

Uno de los numerosos templos de Bali. Fuente: wikipedia
La gente que va más tiempo, que son muchos ya que al pillar a la otra punta del mundo merece la pena quizá irse un mes o más, suele abarcar más territorio: a lo que hacemos nosotros se une una visita a Lombok, las Gili y/o Flores. A las islas grandes (Sumatra, Borneo, Sulawesi o Papúa) se podría dedicar un viaje de varias semanas solo para cada una de ellas, pero normalmente eso lo hará un viajero en otra visita al país, ya que en esas zonas el conocimiento del inglés desciende así como las infraestructuras y las facilidades, por lo que no se suele hacer en un primer contacto con Indonesia.

Ya escribiré al volver, ¡a ver qué tal nos va!

miércoles, 5 de agosto de 2015

SAMARCANDA: demostrando que hay vida más allá del Registán

Nadie duda de que la plaza del Registán es la culpable de la existencia de Samarcanda, y casi de Uzbekistán, en el mapa del turismo mundial, aunque sea todavía como un punto poco conocido por la mayoría de los viajeros. Pero resumir la visita a la ciudad en esta majestuosa plaza sería ser injusto e ignoraría otros rincones con mucho encanto. La visita completa al Registán puede exigir medio día para verlo todo y sacar todas las fotos que a uno le puede apetecer (más la visita nocturna). Para ver el resto de puntos de la ciudad necesitaremos otro día completo.

La estrecha calle entre los decorados mausoleos de la necrópolis de Shah-I-Zinda nos hizo sentir pequeños
Samarcanda es, tras Tashkent, la ciudad turística uzbeka que más se ha "sovietizado". Son numerosas las calles anchas por las que los coches circulan a gran velocidad, y los monumentos históricos se encuentran medianamente dispersos con grandes espacios intermedios que nos hacen creer que estamos visitando lugares aislados unos de otros. Pero tranquilos, su tráfico se parece más al de una pequeña ciudad rusa que al caos de otros países emergentes del continente asiático.
Aunque nosotros recorrimos todos los lugares de interés a pie, es probable que muchos prefieran ir en autobús, taxi o autostop. Tomando como referencia el Registán, la mayoría de zonas interesantes está al norte, aunque hay un pequeño grupo al sur.


AL NORTE DEL REGISTÁN



Al este del Registán sale una calle peatonal, moderna, flanqueada por edificios de una sola altura, y que no parece uzbeka. Es la calle "Tashkent". Los edificios a los lados son tiendas dirigidas a extranjeros, con recuerdos o productos que potencialmente nos pueden interesar. Aunque el regateo es imprescindible, pasa como en casi cualquier otro sitio del país; los vendedores no agobian, y su comportamiento es más parecido al de una tienda de Europa que al de los pesados vendedores marroquíes, turcos o indios (por citar tres países que conozco).

La gigantesca mezquita Bibi Khanum
Al final de la calle nos encontraremos con otro edificio imponente: se trata de la mezquita Bibi-Khanum. Está en ruinas, pero ¡qué ruinas! Resulta increíble pensar que en algún momento toda la superficie que queda entre los altos muros pudo estar ocupada por un solo edificio.
Esta mezquita lleva el nombre de la esposa del omnipresente Tamerlán, y se cuenta que ella lo mandó construir durante una de sus campañas militares, por lo que estamos hablando de que el edificio original es del s. XIV. Las dimensiones hablan por sí solas: la puerta de entrada tiene casi 40 metros de altura, y el área es de unos 160x110 metros. El edificio, que ya estaba en desuso con anterioridad, sufrió un terremoto en 1897 y no se ha recuperado desde entonces. En 1974, se emprendieron acciones para intentar devolverle su antiguo esplendor, y por ejemplo al menos parte de los azulejos que hoy luce son de esta época, aunque se hayan respetado los colores tradicionales. Como curiosidad, un inmenso corán de piedra preside la parte central del conjunto.

Vista exterior de la mezquita Hazrat, más moderna
Desde aquí el resto de lugares de interés del norte de Samarcanda quedan cercanos. A pocos metros de la mezquita se encuentra el mercado de Samarcanda. Más que como lugar turístico, este mercado sirve para tomarle el pulso a la ciudad, y es un buen lugar para comprar frutas y verduras o cambiar dinero (ilegalmente, como hace todo el mundo). Al contrario del mercado de Tashkent, no recuerdo haber visto restaurantes interesantes para comer.

Cruzando una calle ancha llena de tráfico llegamos enseguida a una mezquita más modesta, la mezquita "Hazrat". Originalmente ha habido ahí una mezquita desde el s. XIII, pero la actual es del s. XIX. Tiene el aspecto clásico de las mezquitas uzbekas hoy en día, con un techo con unos artesonados muy coloridos.

Detalle del artesonado del techo de la mezquita Hazrat
La siguiente parada de este periplo sería a Afrosiyab. Samarcanda presume de ser una de las ciudades pobladas desde más antiguo a nivel mundial (hace poco celebró su 2750 cumpleaños), y Afrosiyab fue el lugar en el que se estructuró la ciudad desde el s. VII-VI a.c. hasta el XI d.c. Realmente hoy es poco más que una colina herbosa y vallada en la que vimos ovejas pastando. En su recinto se ha construido un museo que muestra objetos allí encontrados. Como ya nos pasó en Jiva, y en otros países en vías de desarrollo, los museos dejan un poco que desear, no por falta de calidad de las piezas mostradas, sino por las escasas explicaciones que dan sobre las mismas o el poco tacto a la hora de exponerlas (con poca iluminación, mal colocadas, etc.). La caminata entre las mezquitas y este museo también influyen a la hora de calificarlo como "prescindible" en la visita a Samarcanda.

Lo que no es prescindible es el siguiente lugar que vimos: la necrópolis de Shah-I-Zinda. Para ello tendremos que volver sobre nuestros pasos y en la mezquita Hazrat girar a la izquierda, hacia el este. Esta necrópolis es un conjunto de pequeños mausoleos construidos entre los siglos XI y XIX, estructurados en torno a una estrecha calle central. En tiempos de Tamerlán ésta fue la necrópolis de su imperio, y de hecho en ella descansan varios de sus familiares.

Cúpula interior de uno de los mausoleos del complejo Shah-I-Zinda
Dos decenas de edificios, la mayoría decorados con vistosos azulejos azules y de color turquesa, nos dejaron impresionados. Alguno de los mausoleos está abierto, y por dentro son tan bonitos como por fuera.


AL SUR DEL REGISTÁN



A unas 10-15 minutos a pie del Registán, hacia el suroeste, se encuentran dos mausoleos que centran el interés. El primero es el de Rukhabad, un modesto (al menos comparándolo con lo visto anteriormente) edificio de ladrillo del s. XIV que también carece de decoración por dentro. Pagamos por entrar a verlo y no nos dijo gran cosa.

Interior del mausoleo Gur-Emir
Muy distinta fue la visita al mausoleo de Gur-Emir. Este edificio, también en ruinas y también parcialmente reconstruido durante la época soviética, es junto a la mezquita Babi-Khanum y Shah i Zinda, el tercer plato fuerte de la Samarcanda ajena al Registán. La construcción de este mausoleo fue ordenada por Timur, en 1403, tras la muerte repentina de su nieto favorito, heredero al trono. Cuando en 1405 murió Tamerlán, en pleno invierno, fue enterrado aquí, ante la imposibilidad de trasladar su cuerpo a Shahrisabz por causas climatológicas. Samarcanda y Shahrisabz solo están separadas por 90 kms., pero con unas altas montañas que las separan. El edificio que iba destinado a ser su mausoleo perdió así el uso para el que estaba previsto. Al final, este mausoleo samarcando también acoge los cuerpos de UlughBeg, nieto de Tamerlán y gobernante también de la zona, y de los hijos de Tamerlán Shahruj y Miran Shah.

El interior está decorado en colores azul y dorado, al estilo de la madraza Tilya Kori del Registán. La restauración de este monumento, como pasa con otros muchos edificios uzbekos (especialmente en Samarcanda) ha provocado controversia, porque le ha dado al edificio un aspecto excesivamente moderno. Parece que se quiere ocultar, al menos en parte, que estamos ante un edificio con 600 años de historia.

Vista exterior del mausoleo Gur-Emir, en el que yace el cuerpo de Tarmelán
La práctica totalidad de estos edificios es de pago, y aunque los precios que se piden a los turistas no están escritos en ningún lado y no me extrañaría que variaran a gusto del taquillero de cada uno, en ningún caso nos parecieron caros: entre 1 y 3€ cada uno, si la memoria no me falla.

Y con esto ya se puede dar por completada la visita más básica a esta ciudad de leyenda.